Una exreina de belleza embarazada, una ama de casa con un esposo holgazán y una madre soltera adicta a las anfetaminas se unen para quedarse con el dinero de unos mafiosos, en una comedia violenta y heredera del cine de los noventa.
Director: Allan Mauduit
Cécile de France, Yolande Moreau, Audrey Lamy, Simon Abkarian, Samuel Jouy, Tom Lecocq, Patrick Ridremont, Béatrice Agenin
En esta época de recesión económica, obsesión por lo políticamente correcto y de empoderamiento femenino, es muy grato encontrarse con una comedia negra como Rebeldes.
Sandra (Cécile de France) es una exreina de belleza que se escapa de un novio maltratador y se va a vivir con su madre (Béatrice Agenin) a su tierra natal, Boulogne-Sur-Mer, al enterarse de que está embarazada. A la estoica Sandra no le queda más remedio que abandonar sus sueños y entrar a trabajar en una fábrica de conservas de pescado. Allí, ella se hace amiga de Nadine (Yolande Moreau), una ama de casa con un esposo holgazán, unos hijos que alimentar y un atraso considerable en la renta; y de Marilyn (Audrey Lamy), una madre soltera con un hijo rebelde (Tom Lecocq), un auto que no le funciona y una adicción a las anfetaminas.
Para colmo de males, Jean-Mi, su jefe (Patrick Ridremont), las pone a trabajar horas extras y tiene a Sandra en la mira. Cuando un intento de violación sale mal, las tres chicas descubren que Jean-Mi posee una gran cantidad de dinero mal habido y del terrible incidente ellas ven una oportunidad para cambiar sus vidas.
El director Patrick Mauduit (en su segundo trabajo como director, luego de codirigir la cinta Vilaine), utiliza elementos de Thelma & Louise, True Romance y Dobermann, para construir una negrísima comedia de crímenes, que incluye penes mutilados, cuerpos descuartizados y metidos en latas de atún, asaltos a centros de caridad utilizando bolsas de papel como máscaras, un encuentro familiar lleno de golpes e intentos de asesinato, vacas acribilladas y otras situaciones delirantes que nos recuerdan a ese cine nihilista e hiperviolento de los años noventa, heredero de Tarantino.
Dejando de lado las inconsistencias argumentales, lo cierto es que Rebeldes es una película muy divertida en la que tres mujeres se arman de una vez por todas, para cobrarle a un grupo de hombres opresores y mentirosos lo que les corresponde.
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