Mystify: Michael Hutchence (2019)

Lastimosamente, el documental sobre Michael Hutchence, el malogrado cantante líder de la agrupación australiana INXS, deja en un segundo plano la música, y se centra en las anécdotas y los escándalos.

Director: Richard Lowenstein

Las buenas películas que abordan el mundo del arte y a sus artistas, se enfocan en el proceso creativo y en las características de las obras. Sin embargo, existe una fuerte tendencia por olvidar todo esto e inclinarse por las anécdotas y los escándalos detrás de la vida de los artistas. Eso no es buen cine ni tampoco es buen periodismo: es sensacionalismo.

Lastimosamente, el documental de Richard Lowenstein sobre Michael Hutchence, el malogrado cantante de la agrupación australiana INXS, tomó más de diez años en hacerse, pero cae en ese sesgo sensacionalista. Lowenstein, además de haber sido un amigo cercano de Hutchence, dirigió varios de los vídeos musicales de INXS (Burn For You, Need You Tonight, Never Tear Us Apart, Suicide Blonde, The Gift), sin contar con que fue el autor de la película de culto de 1986, Dogs In Space protagonizada por el cantante. Por lo tanto, no puede pensarse al director como una persona imparcial en cuanto al abordaje del protagonista de su documental.

Mystify (título que hace referencia a uno de los mejores sencillos de la banda), intenta por más de una hora, resaltar el talento y el carisma de Michael Hutchence, quien cometió suicidio ahorcándose el 22 de noviembre de 1997. Pero, al no centrarse en la evolución de la banda y la progresión de su discografía, conformada por unos álbumes y sencillos que hicieron parte de ese maravilloso constructo nostálgico que fue la música Pop y Rock de los años ochenta, el documental se siente idealizado, ligero y, lo que es peor, evidencia el retrato de un hombre que terminó cometiendo el mismo pecado de Jim Morrison y Marc Bolan, las estrellas a las que emulaba. Además de morir prematuramente, tanto el cantante de The Doors como el líder de T-Rex, trataron de darle grandilocuencia y seriedad a su trabajo con una serie de pretensiones pseudointelectuales que fueron en contravía de la espontaneidad y la sensualidad de su música (por no hablar de sus egos inflados).

Las películas caseras de Hutchence con sus amantes (la modelo Helena Christensen, la cantante Kylie Minogue, la fallecida presentadora de televisión Paula Yates), así como sus elucubraciones sobre la novela de Patrick Süskind El perfume (sobrevalorada por muchos jóvenes impresionables) o su orgullo al decir en una entrevista de televisión que estaba leyendo Les Enfants Terribles de Cocteau (citando el título en francés, cuando Hutchence no manejaba el idioma), son presentadas por Lowenstein con la intención de redactar una sentida carta de despedida a su amigo, pero lo dejan mal parado: lo que se percibe, no es el retrato de un hombre sexy, creativo e inteligente, sino un hombre vano, de poses excesivas, inseguro y ególatra. El Hutchence del documental de Lowenstein encaja perfectamente con el estereotipo (o caricatura) de la “Estrella de Rock” con el que se suele criticar al medio y a sus artistas.

Mystify nos revela algunos secretos del cantante, como su constante abuso con las drogas, la difícil relación con sus padres y su hermano, y el accidente que le ocasionó un daño cerebral severo, que posiblemente lo dejó sin sentido del olfato y el gusto y con un grave trastorno de personalidad bipolar, que intensificó sus adicciones y que posiblemente lo llevó a su muerte prematura a los 37 años de edad. Esto nos permite conocer a la persona, pero también sería de vital importancia conocer al artista que fue Hutchence.

Si el documental se hubiera centrado en la colaboración orgánica entre los seis miembros de la banda, en la búsqueda de ese sonido particular que los caracterizaba (mezcla de punk, rock, pop, country, blues y funk), y en los sencillos que marcaron una era (Original Sin, What You Need, Devil Inside, New Sensation, canciones que prácticamente no aparecen en la película), Mystify se hubiera convertido en un auténtico rockumental y no en un episodio de The E! True Hollywood Story.

En Mystify, Bono reconoce que su amigo Michael Hutchence fue un músico muy talentoso. El testimonio del cantante de U2 no se pone en duda para quienes conocemos la música de INXS y del interesante proyecto conocido como Max Q. Pero el documental de Lowenstein no permite que la música de Hutchence y su banda sea realmente apreciada, y eso le quita relevancia y peso a su tragedia personal.    

Sobre André Didyme-Dôme 1643 artículos
André Didyme-Dome es psicoterapeuta y periodista. Se desempeña como editor de cine y TV para la revista Rolling Stone en español y es docente universitario; además, es director del cineclub de la librería Casa Tomada y conferencista en Ilustre. Su amor por el cine, la música pop y rock, la televisión y los cómics raya en la locura.

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