Una película entrañable y con una hermosa fotografía, que cuenta de una manera bucólica y evocadora las memorias de infancia del escritor, músico y actor Félix Leclerc.
Dirección: Francis Leclerc
Justin Leyrolles-Bouchard, Shauna Bonaduce, Roy Dupuis, Marianne Fortier, Julien Leclerc
Desde Canadá nos llega una película de esas que ya casi no se producen. De una manera similar a las series de televisión de antaño como La familia Ingalls o Los Waltons (aunque con menos sacarina), Pies descalzos al Amanecer nos narra de una forma pausada y tranquila, el último año que vivió un chico llamado Félix junto con su familia, sin tener que recurrir al sexo, la violencia o la truculencia para atraer al espectador.
El protagonista de esta historia es Félix Leclerc, un cantante, compositor, poeta, activista político, actor y figura renombrada de Canadá, quien escribió una novela semi-autobiográfica sobre la vida en el campo canadiense en el año de 1927. Su hijo,el director Francis Leclerc (Mémoires affectives),adapta la obra de su padre y el resultado es un trabajo que destila amor y orgullo por su legado.
Pies descalzos al amanecer nos muestra a Félix (un estupendo Justin Leyrolles-Bouchard) como un joven que no quiere separarse de su familia que vive en el escenario rural a las orillas del río Saint-Maurice, para estudiar en la ciudad de Ottawa en un colegio privado. De una manera episódica y bellamente retratada por Steve Asselin (Paul à Québec), conoceremos las relaciones de Félix con sus amorosos padres, con sus dos hermanos, con su gran amigo Fidor (interpretado por el hijo del director Julien Leclerc) y con la hermosa Garde Lemieux (Marianne Fortier), su primer amor.
Junto con las series de televisión ya mencionadas (ambas basadas en memorias biográficas sobre la vida en el campo a comienzos del siglo XX), Pies descalzos al amanecer también nos recuerda a los personajes de Tom Sawyer y Huckleberry Finn inmortalizados por Mark Twain.
Los espectadores cínicos atacarán esta cinta por idealizar y sobre dimensionar el pasado, por mostrar a una familia demasiado perfecta y por ocultar con belleza la fealdad inherente a la vida. Pero, ¿no hacemos lo mismo con nuestros recuerdos de infancia? En estos tiempos llenos de injusticia, disfuncionalidad y confusión, una película como esta nos muestra de una manera sincera y emotiva que sí es posible pensar en una vida dulce y llena de amor.
Pies descalzos al amanecer es la película perfecta para la época de festividades, ya que logra alegrar nuestros corazones y devuelve la alegría de vivir…especialmente en el campo.