John Krasinski dirige y protagoniza una de las mejores cintas de terror de los últimos años, con muy pocos diálogos y enormes cantidades de tensión.
Dirección: John Krasinski
John Krasinski, Emily Blunt, Millicent Simmons, Noah Jupe
Son pocas las películas que pueden considerarse como clásicos del terror: Nosferatu, Psycho, The Exorcist, Rosemary’s Baby, The Omen, The Shining, Henry: Portrait of a Serial Killer y Funny Games, son algunos de esos escasos títulos. Ahora, sumándose a las recientes Don’t Breathe, The Witch y Get Out, se une a la lista una nueva obra maestra del género: A Quiet Place.
Esta cinta está dirigida con un alto grado de experticia por John Krasinski, actor reconocido por su papel en la popular serie de televisión The Office y por sus apariciones en películas como Away We Go, It’s Complicated, Promised Land, 13 Hours y Detroit. Con su tercer film como director (luego de la adaptación de David Foster Wallace, Brief Interviews With Hideous Men y el estupendo drama familiar The Hollars, Krasinski ha logrado confeccionar una cinta genuinamente aterradora, algo casi imposible para nuestros días y lo hace con unos pocos actores y con una casi ausencia de diálogos.
A Quiet Place se ambienta en un futuro cercano y se centra en una familia conformada por un padre y una madre (interpretados por el mismo Krasinski y su esposa en la vida real, la talentosa Emily Blunt), y tres hijos (la mayor interpretada por la joven actriz Millicent Simmons, quien es sorda en la vida real y quien nos deslumbró en esa fantástica cinta de Todd Haynes llamada Wonderstruck).
Lo que podemos saber (y lo único que puedo decirles para no estropear las sorpresas inherentes al filme), es que la familia debe vivir en un completo silencio para evitar el ataque de unas enigmáticas criaturas que han invadido la Tierra. Dichas criaturas son ciegas, pero son unos predadores efectivos, poderosos, prácticamente invencibles y con un gran sentido de la escucha. Los monstruos de A Quiet Place hacen ver al Alien de Ridley Scott como si fuera Bob Esponja. Así de aterradores son.
Esta es una magnífica cinta con un gran sentido del ritmo, con unos actores que ponen lo mejor de sí (se destaca también el actor infantil Noah Jupe, un gran talento a quien hemos visto ya en Suburbicon y Wonder). A esto se le suma la música de pesadilla de Marco Beltrami, una fotografía exquisita a cargo de la danesa Charlotte Bruus Christensen (The Hunt, Fences), y un trabajo de relojería a cargo del editor Christopher Tellefsen (Man on the Moon, Moneyball), que ayuda en gran medida para generar la tensión de la que goza la cinta de principio a fin.
A Quiet Place es una experiencia de una alta intensidad que dejará al espectador estresado y lleno de nerviosismo como si fuera un ratón en un albergue para gatos. Eso solo lo logran las mejores cintas de terror.