El prestigioso director Wim Wenders nos ofrece una elegante historia de amor de corte clásico, llena de metáforas y que nos habla sobre el apego, los ideales y la fragilidad de la vida.
Dirección: Wim Wenders
James McAvoy, Alicia Vikander
El director alemán Wim Wenders regresa al género argumental con Submergence, una historia de amor a la vieja usanza, basada en la novela de J.M. Ledgard publicada en el 2011.
La cinta es protagonizada por James McAvoy, quien interpreta a James More, un agente del servicio de inteligencia británico quien se hace pasar por un ingeniero hidráulico para recolectar información acerca de la actividad de Al Qaeda en Somalia, y por Alicia Vikander, quien encarna a Danielle Flinders, una biomatemática quien se embarca en la arriesgada misión de encontrar vestigios de vida en las profundidades del Océano Atlántico.
Antes de distanciarse para dedicarse a sus proyectos individuales, James y Danielle se encuentran y se enamoran perdidamente en un acogedor y elegante hotel en Normandía, donde intercambian ideas, comparten pensamientos y terminan haciendo el amor.
Lo que pudo haberse convertido en un drama romántico ligero, en las manos de Wenders se convierte en una profunda metáfora sobre el amor, cuyas bases se encuentran en la atracción sexual (Danielle al comienzo se siente atraída por el olor a sudor de James), pero que después se revela como el encuentro de dos almas solitarias, cada una con sus propia vida y obsesiones, que comparten un momento juntos y que se dan cuenta, en medio de unas situaciones límite que los ponen al borde de la muerte, de que se necesitan el uno al otro para hacer de su vida algo más soportable.
Submergence ha sido acusada de ser cursi y pretenciosa, pero la realidad es otra. Esta es una película que reflexiona sobre el amor, sobre el apego y sobre el sentido de la vida, temáticas que, en esta época de cinismo, superficialidad y consumo desmesurado, cada vez tienen menos cabida en el arte, y mucho menos en el cine.