La cuarta adaptación cinematográfica sobre el doctor Knock, es una experiencia divertida y agradable que se ve afectada por un error de casting.
Dirección: Lorraine Lévy
Omar Sy, Alex Lutz, Ana Girardot, Sabine Azéma
Knock es una adaptación de la obra de teatro de 1923 escrita por Jules Romains, la cual ya había sido adaptada al cine en 1925, 1933 y 1951, respectivamente (con las dos últimas versiones siendo protagonizadas por el actor Louis Jouvet).
Ahora, la escritora y directora Lorraine Lévy (El Otro Hijo) realiza una cuarta versión, cuyo protagonista es la estrella francesa Omar Sy (Amigos). Sy interpreta a Knock, un maleante que, en los años cincuenta huye en un barco buscando un futuro mejor, encontrando allí su vocación como doctor. Cinco años después, llega al pacífico pueblo de Saint-Maurice en Francia, para reemplazar al doctor Parpalaid, un hombre de edad madura (Nicolas Marié) que busca retirarse junto con su esposa.
Knock se da cuenta de las oportunidades de negocio que su anterior colega no había notado, y se aprovecha de la hipocondría latente de los habitantes del pueblo para convertirse en un médico exitoso, causando la envidia del cura Lupus (Alex Lutz).
Entre los personajes variopintos del pueblo, encontramos a un cartero alcohólico (Christian Hecq), a una viuda rica (Helene Vincent), a la esposa de un farmaceuta que intenta seducir a Knock (Audrey Dana) y a la bella Adèle, quien se convierte en la persona que logra robarle el corazón al doctor Knock.
En algunos momentos, la cinta recurre a la comedia fácil y tonta y no llega a decidirse por denunciar al mundo de la medicina contaminado por la ambición económica producto del capitalismo o si más bien, contar la historia de un hombre que busca la redención y que termina siendo aceptado y querido por la gente que lo rodea.
La obra original de Romains nos muestra al doctor Knock como un hombre blanco poco atractivo, para nada jovial y lleno de cinismo, algo que la interpretación de Sy deja de lado para encarnar al protagonista como una persona joven, cargada de emoción y con atractivo sexual. No es un secreto que en los años cincuenta, el racismo era algo patente en todo el mundo (un aspecto terrible y despreciable de la sociedad, pero cierto). Es por eso que, aunque la esposa del doctor Parpaleid lo intenta mencionar al inicio de la historia, no se vuelve a recalcar el hecho de que el doctor Knock es una persona de color con autoridad, que llega a ejercer su profesión en un pueblo conformado solo por gente blanca. Por esta razón, la película se siente desconectada de su realidad al encubrir dicha situación, recurriendo a una nostalgia falsa que se basa en la premisa de que «todo pasado fue mejor» y sin llegar a plantear la posibilidad de que exista gente racista en el pueblo de Saint-Maurice.
Sin embargo, el espíritu noble de la película, el carisma de sus actores y las situaciones que nos recuerdan a las comedias de Don Camilo protagonizadas por Fernandel, hacen que Knock sea, en últimas, una experiencia divertida y agradable.