Jodie Foster interpreta a una enfermera anciana y alcohólica que atiende un hotel para criminales en un futuro distópico, en este homenaje al cine clase “B” de los años setenta y ochenta, salpicado de claustrofobia, violencia, humor negro y comentario social.
Dirección: Drew Pearce
Jodie Foster, Sterling K. Brown, Sofia Boutella, Dave Bautista, Charlie Day, Jeff Goldblum
Imagine un hotel y, a la vez, un hospital que sirve para alojar y ayudar a criminales asociados a este.
¿Esta no es acaso la premisa de las películas de John Wick? Efectivamente. Pero Hotel de criminales se diferencia de esas cintas, en que no incluye las impresionantes secuencias de acción que convirtieron a la nueva franquicia protagonizada por Keanu Reeves en todo un éxito merecido.
Hotel de criminales también se puede pensar como un homenaje a las películas de John Carpenter, donde la falta de presupuesto se disfrazaba con un escenario claustrofóbico, situaciones violentas y buenas actuaciones, que es precisamente el recurso de esta cinta ambientada en un futuro distópico similar al de la saga de The Purge.
Jodie Foster (envejecida gracias a un buen trabajo de maquillaje), interpreta a la enfermera Jean Thomas, una mujer alcohólica con un pasado oscuro que sirve como motivador para trabajar en el Hotel Artemis, dedicado al refugio y al tratamiento de criminales malheridos. Llega al hotel un cliente habitual de nombre código Waikiki (Sterling K. Brown), quien tiene a su hermano de nombre código Honolulú (Bryan Tyree Henry) gravemente herido, luego de que un robo no saliera del todo bien.
En el hotel se encuentra un fiel asistente de la enfermera de nombre código Everest (Dave Bautista, quien prácticamente es el alma de la cinta), así como dos huéspedes con los nombres código Niza (una desperdiciada Sophia Boutella) y Acapulco (Charlie Day). Niza es una asesina profesional, gran amiga de Waikiki y con una misión por cumplir. Acapulco es un odioso gánster que se cree superior a todas las personas que tiene a su alrededor… grave error.
Las cosas se ponen complicadas cuando Waikiki se entera de que le ha robado a The Wolf King (Jeff Goldblum), un criminal tan poderoso como despiadado, quien se dirige al hotel en busca de ayuda, acompañado de su violento, pero poco inteligente hijo (Zachary Quinto). Sobra decir que, acto seguido, se desatará un infierno al interior del Hotel Artemis, más cuando se revelan algunos secretos y cuando la enfermera decide romper las reglas y atender a una policía herida llamada Morgan (Jenny Slate).
¿Qué hace este gran elenco en una cinta que luce y se siente como si fuera una producción clase “B” de los años setenta u ochenta? Tal vez los actores crecieron viendo las cintas de Roger Corman, John Carpenter y Walter Hill o confiaron ciegamente en el debut como director de Drew Pearce, quien ya se había destacado como guionista en cintas como Iron Man 3 y Mission: Impossible – Rogue Nation.
Lo cierto es que Hotel de criminales presenta un ritmo irregular y le falta estilo y contundencia. Pero sus dosis repartidas de rudeza, cinismo, comentario social y humor negro, la convierten en un trabajo altamente recomendado para quienes crecieron viendo este tipo de películas en cintas de Betamax y VHS. Las personas acostumbradas a la ciencia ficción y la acción de alto presupuesto y derroche de efectos especiales, pueden quedar confundidos y alienados.