La ópera prima de Lucas Maldonado es un documental confesional duro, crudo, patético y descarnado sobre una vida perdida en los excesos.
Dirección: Lucas Maldonado
A los 21 años de edad, la artista, música, escritora y directora Carol Morley abandonó su hogar y no regresaría sino 12 años después. Desde los 16 años, en la década de los ochenta, ella comenzaría a tomar alcohol de una manera desaforada en un ambiente de fiestas excesivas. En el año 2000, Morley sublima sus acciones dirigiendo y presentando un documental llamado The Alcohol Years, en el que ella intenta obtener claridad de un período oscuro y confuso de su vida, preguntándole a sus seres queridos y allegados, qué fue lo que sucedió en sus años de alcoholismo y cómo ella era vista para las personas que la rodeaban.
Esto es prácticamente lo mismo que intenta hacer con su ópera prima el director Lucas Maldonado, miembro de una familia de artistas conformada por su madre, la realizadora Camila Loboguerrero (María Cano); su padre, el renombrado arquitecto Rafael Maldonado; y su hermano, el actor Matías Maldonado (Narcos).
Lo que inicialmente iba a ser un documental acerca de Blas, uno de los mejores amigos de Lucas y quien falleciera víctima del alcoholismo al igual que su padre (quien además de ser arquitecto, protagonizó el mediometraje de 1986 La recomepensa, de Manuel Franco), termina siendo un intento de acto de contrición, en el que Lucas invita a sus ex novias a la cama para que cuenten sobre la vida desordenada del que alguna vez fue su compañero, y a sus amigos y familiares sobrevivientes, para que revelen los elementos que permiten construir el perfil de un perdedor que no quiere renunciar a una vida tan hedonista como autodestructiva, impulsada por el consumo desenfrenado de alcohol, bazuco y cocaína.
Lucas no tiene reservas para exponer en su película los deslices homosexuales tanto de él como de su padre, para revelar su conducta egocéntrica y de rasgos sociopáticos, para confesar algunos actos atroces cometidos en su adolescencia y para aceptar que no quiere dejar el alcohol. Pero lo que hace que este documental vaya más allá de ser una experiencia cercana a una terapia psicoanalítica llevada al cine, está en ver a las mujeres en la vida de Lucas confesar su fascinación por este hombre. Al igual que el éxito de la trilogía de Cincuenta sombras de Grey permite dilucidar la fascinación que tienen las mujeres por el sometimiento masculino en una época de supuesta liberación femenina, Yo Lucas permite que nos demos cuenta cómo para las mujeres en la vida de Lucas (incluyendo a su madre), los hombres infantiles, egocéntricos y autodestructivos generan un atractivo irreprimible.
Lucas Maldonado, con muy pocos recursos (los cuales incluyen una serie de animaciones primitivas), ha logrado armar un documental descarnado, duro, patético y terriblemente sincero, acerca un comportamiento masculino transgeneracional que se niega a parar y que se conecta con la idealización que se tiene hacia los realizadores que hicieron parte de ese movimiento cinematográfico denominado como Caliwood y que el documental (también confesional) de Luis Ospina llamado Todo comenzó por el fin mostró como un grupo de personas (incluido él), cuyo talento se diluyó en los excesos.