El actor y director Mathieu Amalric deconstruye al biopic, en una cinta dentro de una cinta, que intenta capturar el aura de Barbara, el ídolo de la chanson francesa.
Dirección: Mathieu Amalric
Jeanne Balibar, Mathieu Amalric
Mathieu Amalric, reconocido por su estupenda actuación en La escafandra y la mariposa y por hacer parte de la galería de villanos en la cinta de James Bond Quantum of Solace (aunque posee un filmografía de más de 70 películas como actor), ha demostrado ser un director elegante, elocuente e inteligente, con cinco trabajos inquietantes e interesantes, con títulos como Mange Ta Soupe, Le Stade de Wimbledon, La Chose Publique y Tournée, por la cual obtuvo el premio a Mejor director en la edición de Cannes del 2010.
Ahora Amalric toma las riendas de un biopic sobre Barbara, el ídolo de la chanson francesa de los años 60 y 70. El actor y director opta por alejarse del tratamiento tradicional de las cintas biográficas, para hacer una compleja deconstrucción del género, la cual se encuentra más cerca de Inland Empire (la última obra maestra de David Lynch para el cine) y más lejos de los lugares comunes a los que recurren los biopics, como es el caso de Dalida (esa cinta reciente sobre otra estrella de la chanson).
Para los franceses, Barbara es todo un icono (el presidente François Mitterrand la adoraba) y la película de Amalric asume que todo el mundo la conoce y la admira, pero lo cierto es que la cantante es prácticamente desconocida para casi todos los que vivimos fuera de Francia.
El verdadero de esta mujer de origen judío era Monique Andrée Serf (su nombre artístico fue tomado de su abuela de origen ucraniano). Su inicio como cantante se dio en los años cincuenta en los cabarets de Bruselas, donde vivió su infancia y adolescencia con un primo de comportamiento muy violento. En 1953, contrae matrimonio con Claude Sluys, un abogado y compositor belga, pero se separa de este en 1956. Un año después, graba su primer sencillo sin mucho éxito. En 1958 se traslada a París y allí interpreta temas de otros artistas (como los de su gran amigo Jacques Brel) hasta que, gradualmente, comienza a componer su propio material. En 1963, logra su primer éxito con la canción Dis, quand reviendras-tu?, lo que le permite presentarse en los grandes escenarios franceses. Fue una artista muy involucrada en proyectos altruistas, participó como actriz en varias películas, cantó en alemán (su canción Gotinga, la cual habla sobre los horrores de la guerra que ella sufrió en carne propia, fue todo un éxito), tenía muchas manías y obsesiones (el taburete para el piano debía tener exactamente 61 centímetros de altura), fue gran amiga del actor Gérard Depardieu y la casa antigua donde vivía era prácticamente su estudio de grabación y una sala privada de recitales para sus amigos artistas. Los últimos años de su vida (antes de morir en 1997 a los 67 años por intoxicación alimentaria), los dedicó a escribir sus memorias, las cuales se publican de manera póstuma en 1998, donde se revela una relación incestuosa con su padre (su éxito L’Aigle noire, una extraña canción sobre una mujer y su encuentro con un gran pájaro, puede leerse como el recuento de sus traumáticas experiencias).
La anterior información se encuentra ausente o, en algunos casos, se alcanza a sugerir sutilmente en la película de Amalric. Jeanne Balibar interpreta tanto a la cantante como a Brigitte, una actriz del Método que tiene la misión de encarnar a Barbara en una cinta (dentro de una cinta), la cual es dirigida por Yves Zand (nombre del personaje interpretado por Amalric, quien está obsesionado con la figura de Barbara). El espectador conocerá sobre la vida de Barbara a partir de las escenas filmadas por Zand con su protagonista Brigitte, y al material audiovisual dejado por la cantante, que tanto el director como su estrella revisan y estudian al interior de la película. En algunos momentos, no se sabrá si el material es auténtico o no, si Balibar está interpretando a Brigitte o a Barbara, o si la obsesión de Zand es la misma obsesión de Amalric.
Lo anterior puede leerse como una crítica a la imposibilidad de capturar fielmente la historia de una mujer real en el cine. También puede interpretarse como la sobreposición entre Barbara la artista y Barbara la persona, una doble personalidad que se confundía constantemente y que caracterizó la particular vida de la cantante. O también puede verse como un intento rebelde por parte del director, de desprenderse de las estructuras tradicionales asumidas por las películas biográficas.
Lo cierto es que Barbara llega a ser un experimento enigmático, hipnótico y desorientador, que junto a la magnífica I’m Not There (el extraño biopic sobre Bob Dylan dirigido por Todd Haynes), constituye un intento por evocar el aura y los procesos de creación del artista, más que contarnos anécdotas de vida, las cuales bien pueden consultarse en Wikipedia.