Un acto terrorista que cobró la vida de 77 personas (en su mayoría jóvenes) es recreado de una manera espeluznante por el director de United 93 y Capitán Phillips.
Dirección: Paul Greengrass
Jonas Strand Gravli, Anders Danielsen Lie, Maria Bock
El británico Paul Greengrass es un experto en utilizar los recursos del cine documental para realizar unas excelentes cintas de acción (tres entregas de la saga Bourne, Green Zone) y unas impresionantes recreaciones de sucesos reales (Bloody Sunday, United 93, Captain Phillips).
A este último grupo pertenece 22 July, una escalofriante reconstrucción de los hechos ocurridos en el 2011, cuando 77 personas (en su mayoría jóvenes) fueron asesinadas en Noruega por el infame Anders Behring Breivik, un extremista de derecha que rechazaba la incursión de inmigrantes a su país. Breivik inició su terrible acto terrorista con la detonación de una bomba en Oslo, cerca de la oficina del Primer Ministro Jens Stoltenberg, matando a ocho peatones. Luego, disfrazado como policía, llega a la isla de Utoya, con un arsenal de armas que utilizó para asesinar a la mayoría de los adolescentes partícipes de un campo de Verano. Estos sesenta y nueve jóvenes (más de doscientos resultaron heridos) pertenecían a la élite de Noruega.
El primer acto de la película de Greengrass, nos muestra a detalle el ataque llevado por Breivik (el actor Anders Danielsen Lie lo interpreta de una manera impecable), y el resultado es de una inmensa intensidad que logra poner los nervios de punta, tal como este director bien lo sabe hacer.
Es una lástima que el resto de la película decaiga en ritmo y tensión, al enfocarse en uno de los sobrevivientes, el joven Viljar Hanssen (un excelente Jonas Strand Gravli), quien logró salvar a su hermano menor, pero con un alto precio a pagar, que lo dejó sin uno de sus ojos, un fragmento de bala en el cráneo que puede acabar con su vida, y con unas profundas heridas de tipo psicológico.
El proceso de rehabilitación de Viljar, los efectos en su familia y la posibilidad de enfrentarse cara a cara con su victimario en la corte, no pertenecen realmente a una película de Greengrass. Pero no cabe duda que 22 July es un trabajo de un gran poder y una contundente reflexión sobre los efectos de la violencia en las personas.