Como si fuera una historia extraída de Cuentos de la cripta, el productor J.J. Abrams nos entrega una espeluznante y sangrienta historia acerca de un grupo de soldados norteamericanos que deben enfrentarse a unos horribles experimentos nazis.
Dirección: Julius Avery
Jovan Adepo, Wyatt Russell, Mathilde Ollivier, Pilou Asbaek
Operación: Overlord, cuyo título hace referencia al nombre clave para la batalla de Normandía, es un trabajo con una marcada influencia de cintas como El fuerte infernal de Michael Mann, Del crepúsculo al amanecer de Robert Rodríguez, Bastardos sin gloria de Quentin Tarantino y Dead Snow de Tommy Wikola. Asimismo, es evidente la influencia de los cómics de terror de los años cincuenta como Cuentos de la cripta, La bóveda de los horrores, la guarida del miedo, SuspenHistorias de crimen; así como de los cómics bélicos como Combate en el frente, Two-Fisted Tales, Capitán América, Sgt. Rock, El soldado desconocido o El tanque fantasma. Y ni hablar de videojuegos como Wolfenstein, Spear of Destiny o Resident evil.
Tales referentes solo pueden provenir de alguien como J.J. Abrams, quien logró el sueño supremo de todo geek: dirigir películas tanto de La guerra de las galaxias como de Viaje a las estrellas. Sin embargo, en esta ocasión Abrams le cedió su silla de director a Julius Avery (Son of a gun), para confeccionar una película cuyo primer acto consiste en un grupo de soldados norteamericanos en la Segunda Guerra Mundial, que aterrizan en la Francia ocupada por los Nazis con el fin de hacer explotar una base ubicada en la iglesia de un pueblo. Dicha misión suicida característica de una cinta de guerra, se convierte gradualmente en una ultraviolenta cinta de terror, cuando el soldado raso Boyce (Jovan Adepo) descubre que en la parte subterránea de la iglesia se oculta un científico loco que experimenta con muertos para convertirlos en una especie de supernazis zombis.
Avery no presta atención a los detalles: los soldados estadounidenses gritan y disparan a diestra y siniestra y no llaman la atención de los nazis; los soldados buscan un cuchillo para luchar cuando lo tienen amarrado en la pierna; y unos interesantes personajes secundarios que se introducen como el sargento y la tía enferma, son desperdiciados y desaparecen sin ser realmente utilizados. De mismo modo, el ritmo frenético y delirante del inicio, se estanca para dilatar situaciones que no necesitan estirarse.
A Operación: Overlord hay que reconocerla por lo que es: una divertida cinta clase B acerca de unos nazis monstruosos que deben ser exterminados de la manera más sangrienta posible. Esta cinta está más cerca de Ilsa: La mujer lobo de la SS que de La lista de Schindler. Se recomiendan unas palomitas recargadas con mantequilla y una bebida muy azucarada para poder disfrutar al máximo esta violenta experiencia anti-nazi.