Gracias al buen sentido del humor y al carisma de sus protagonistas, esta cinta familiar se convierte en todo un placer culposo.
Dirección: Sean Anders
Mark Wahlberg, Rose Byrne, Octavia Spencer, Isabela Moner
Luego de dirigir la espantosa comedia de Adam Sandler Ese es mi hijo, la no tan terrible Quiero matar a mi jefe 2 y la divertida saga de Guerra de papás, Sean Anders vuelve con Familia al instante, una cinta basada en hechos reales acerca de una pareja que, al no poder tener hijos, decide adoptar a un trío de hermanos liderado por una chica adolescente.
La comedia familiar de Anders está a punto de convertirse en una película de fe, pero gracias a los siempre confiables Mark Wahlberg y Rose Byrne, quienes interpretan a los esposos Pete y Ellie Wagner y a una serie de situaciones genuinamente graciosas, se perdonan los momentos dulzones y se logra comunicar con eficacia y eficiencia el mensaje acerca de lo difícil, pero al mismo tiempo reconfortante experiencia de la adopción.
Familia al instante funciona cuando adopta un tono satírico y muestra a la pareja perdiendo los estribos ante la terquedad, la desobediencia y la irreverencia de Lizzie la adolescente (Isabela Moner); la torpeza y la propensión a los accidentes del preadolescente Juan (Gustavo Quiroz) y los berrinches y pataletas de la pequeña Lita (Julianna Gamiz). Funciona amedias la dinámica ejercida por las actrices Tig Notaro y Octavia Spencer, quienes interpretan a unas simpáticas trabajadoras sociales encargadas de la supervisión del proceso de adopción. Pero definitivamente no funciona cuando se incorporan elementos melodramáticos a la historia como la aparición de la madre ex drogadicta de los tres, la huida predecible de la chica adolescente y cuando todo se resuelve de una manera facilista al final, con todo y música ochentera de la agrupación Starship.
En todas sus películas (incluyendo las que ha escrito como ¿Quién *&$%! son los Miller? y Un loco viaje al pasado), se aborda desde una comedia sublimante, el problema de las familias con relaciones difíciles y deterioradas, las cuales son cada vez más comunes que las familias modelo. Su último trabajo no es la excepción y, pese a sus fallas, logra llegar al corazón.