Una cinta de terror poco original que no logra asustar y que se suma a una gran cantidad de productos mediocres que le dan un mal nombre al género.
Dirección: Michael Winnick
Bojana Novakovic, Josh Stewart, Delroy Lindo, Melissa Bolona
Una pareja de esposos conformada por Lisa (Bojana Novakovic) y Adam (Josh Stewart) llega a su nuevo hogar. Adam acaba de ser nombrado profesor de matemáticas en una universidad y Lisa espera la llegada de su primer bebé. Pero la casa en la que viven oculta un oscuro secreto y una caja de la fertilidad regalada por Becky (Melissa Bolona), la hermana de Lisa, va a desencadenar una serie de macabros fenómenos paranormales impregnados de muerte.
Malicious es una película de terror sobrenatural que genera una inevitable sensación de Déja-Vú. Desde el prólogo en el que un hombre enloquecido asesina a su esposa, pasando por la toma aérea que nos muestra un auto recorriendo una carretera rural y ni hablar de la misteriosa caja con un pasado demoníaco, un investigador de lo paranormal que advierte a la pareja sobre los peligros que acechan (Delroy Lindo), las apariciones fantasmales que acosan a los esposos en el baño o el asesino del prólogo advirtiendo desde la cárcel que todo terminará en muerte. Inclusive sus actores generan esa sensación (los hemos visto pero no recordamos dónde).
Cualquier fanático del terror va a encontrar en Malicious elementos extraídos de clásicos del género como El exorcista, El bebé de Rosemary, El Resplandor y Poltergeist, así como situaciones copiadas de cintas más recientes como Insidious o El Conjuro. Pero la falta de originalidad es el menor de los problemas de Malicious. Su poca efectividad a la hora de asustar, la imposibilidad de ocultar la falta de presupuesto evidenciada en los pésimos efectos especiales y una dirección de arte mediocre, sumada a un final anti-climático y que defrauda, hacen de esta cinta otro producto que le da mal nombre a un género plagado de películas malas.