La segunda entrega sobre los peligros de la internet, logra inquietar, perturbar y aterrar por partes iguales.
Dirección: Stephen Susco
Colin Woodell, Rebecca Rittenhouse, Betty Gabriel, Andrew Less, Connor Del Rio
La primera entrega de la serie Eliminar amigo, estrenada en el 2015 y dirigida por el ruso Levan Gabriadze, fue una divertida y aterradora cinta que comienza como una sesión de chat que termina en un juego violento de eliminación sistemática. Esta película de terror de corte sobrenatural, buscaba asustar a su público (especialmente a los adolescentes) y hablar un poco sobre el matoneo escolar.
La segunda entrega marca el debut como director de Stephen Susco, guionista de los remakes de El grito y Masacre en Texas, y aunque la única conexión con su predecesora está en advertir los peligros del mundo virtual, es una película igual de entretenida y perturbadora.
El aspecto sobrenatural se ha dejado a un lado para contar la historia de un grupo de amigos que se enfrentan a una serie de tenebrosos secretos que se ocultan en el computador portátil de uno de ellos. Al igual que la excelente cinta de suspenso Buscando…, cada uno de los planos de Eliminar amigo 2 es visto a través de un dispositivo digital. En este caso es el portátil de Matias O’Brien (Colin Woodell), quien acaba de conseguirlo para poder trabajar en una aplicación que le va a permitir hablar por código de señas con Amaya (Stephanie Nogueras), su novia sorda. En un chat de Skype, Matias se va a encontrar con Damon (Andrew Lees), un británico experto en sistemas; AJ (Connor Del Rio), el típico geek que vive con la mamá y que hace vídeos para la red sobre teorías de conspiración; Lexx (Savira Windyani) una DJ y Youtubber; y Serena y Nari (Rebecca Rittenhouse y Betty Gabriel), una pareja que acaba de comprometerse.
De una manera atípica para una película de terror dirigida al público juvenil, Eliminar amigo 2 se toma su tiempo para construir a sus personajes y permitir que sintamos algo por ellos, mientras que de una forma paralela nos irá adentrando a los oscuros secretos que se ocultan en el computador de Will.
Los fanáticos del cine de terror agradecerán el tono sádico y nihilista de la cinta, que no busca dar lecciones morales o perdonar a los personajes más nobles o de conciencia más limpia. Al igual que el director John Cho lo hizo con Buscando… (la cual, la verdad sea dicha, es una mejor película que esta) Susco logra aquí hacer fluir la historia de una manera ágil y recursiva, enviando flujos masivos de información simultánea al espectador y haciendo un uso creativo de los recursos visuales.
Al final, el espectador quedará aterrado y lo pensará dos veces antes de hacer uso de un computador ajeno o de hacer clic en una página o un vídeo extraño. Puede ser que, en la realidad, lo máximo que encuentre sea un virus, pero en esta cinta, el botón de Enter o el pulsar del ratón, es la puerta de entrada para un viaje sin retorno.
