Pese a que su contextualización en la época actual se siente forzada, la nueva puesta en escena de la tragedia inmortal de William Shakespeare goza de unas muy buenas actuaciones y de unos escenarios de lujo.
Dirección: Simon Godwin
Ralph Fiennes, Sophie Okonedo, Tim McMullan, Tunji Kasim, Nicholas Le Prevost
Antonio y Cleopatra es una obra desarrollada en cinco actos, escrita por William Shakespeare en 1606, aproximadamente. Basada en La vida de Marco Antonio de Plutarco, habla sobre la relación que mantuvieron Marco Antonio y Cleopatra desde las guerras romana-sasánidas hasta (alerta de spoiler) el suicidio de Cleopatra.
La nueva producción de la tragedia, dirigida por Simon Godwin (Hamlet), incluye a Ralph Fiennes, quien demuestra el gran actor que es, en su interpretación del amante decadente de Cleopatra. Sophie Okonedo, por su parte, no logra transmitir toda la complejidad de uno de los personajes femeninos más interesantes de la obra de Shakespeare, convirtiéndolo en ocasiones en mera caricatura. Sin embargo, es en el último acto donde ella se desquita y nos demuestra todo su registro actoral.
No se puede dejar atrás al magnífico Tim McMullan como el traidor Enobarbo y a Tunji Kasim encarnando a Octavio César, el principal antagonista de la obra que, aunque no logra evidenciar la reverencia y el desdén hacia Marco Antonio de su personaje, sí logra darle su humanidad.
Al igual que los actores, los escenarios son maravillosos. Pero, ¿era necesario ubicar a esta obra en la época actual? El convertir a los personajes en líderes militares y políticos del siglo XXI, se siente forzado y le resta fuerza a la obra. Pero no es un daño irreparable e inclusive, se le perdona a una obra que, gracias al genio de Shakespeare, logra oponer de una manera sublime el peso de la muerte con el ardor de la pasión.
Dejar una contestacion