Uno de los mejores tenores que ha tenido la ópera, se nos presenta con todos sus triunfos y sus derrotas, pero también con las mejores muestras de su talento.
Director: Ron Howard
Ron Howard, el director de Una mente brillante, Apollo 13 y El Código Da Vinci, ya nos había presentado Eight Days A Week, un interesante documental sobre las giras realizadas por los Beatles en los años sesenta. Ahora cambia de estilo musical, para centrarse en uno de los cantantes de ópera más populares de la historia: Luciano Pavarotti.
El documental nos cuenta sobre Fernando, el padre de Luciano, también bendecido con una hermosa voz; sobre su gradual ascenso a la fama como tenor; sobre sus legendarios conciertos junto a José Carreras y Plácido Domingo; sus colaboraciones con estrellas del Rock como Bono de U2; y sobre sus esposas y amantes.
La película de Howard tiende a idealizar al artista y prefiere no ahondar en sus aspectos oscuros: sus numerosas relaciones amorosas no se abordan en profundidad; la muerte de su hijo Ricardo tan solo se menciona; el mega fracaso de su película Yes, Giorgio no se toca; y los abucheos generados por su interpretación de Don Carlo en 1992 se omiten. Sin embargo, el documental logra retratar la calidez, el amor por el canto y el sentido del humor de Pavarotti. Y lo que es mejor, logra evidenciar su monstruoso talento.
Ver a Pavarotti interpretando Nessun Dorma, el aria del acto final de Turandot, Vesti La Giubba de la ópera Pagliacci, o fragmentos de Tosca, Las bodas de Fígaro o La novia del regimiento pone la piel de gallina y demuestra cómo la música es el verdadero lenguaje universal y la cura para todos los males del alma.
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