Los fanáticos no pueden estar más emocionados. Una última visita a Downton Abbey que captura toda la magia y encanto de una de las mejores series de todos los tiempos.
Director: Michael Engler
Hugh Bonneville, Elizabeth McGovern, Maggie Smith, Michelle Dockery, Geraldine James, Penelope Wilton, Sophie McShera, Phyllis Logan, Lesley Nicol, Imelda Staunton
En 1939, Jean Renoir dirigió la que para muchos es la mejor película francesa de todos los tiempos: Las reglas del juego. La cinta (la cual, por avatares de la historia, casi se pierde para siempre) incluía un reparto coral y era un magnífico retrato de la clase aristocrática francesa y sus sirvientes antes de la llegada de la Segunda Guerra Mundial.
Treinta y dos años después, la televisión británica produciría una de las series más memorables de todos los tiempos: Los de arriba y los de abajo. Ambientada en la Inglaterra de comienzos de siglo XX, la serie mostraría el declive de la aristocracia británica a través de una mansión en la que vivían los sirvientes y sus amos.
Treinta y un años más tarde, el actor novelista y director británico Julian Fellowes escribe el guion de Gosford Park, una de las mejores obras del fallecido Robert Altman, que combina ese contraste y mutualismo que se da entre la aristocracia y sus sirvientes, mientras que le añadía un toque de Agatha Christie, con un misterioso asesinato ocurrido en una cena con invitados.
Ocho años más tarde, Fellowes crearía una de las mejores series en la historia de la televisión: Downton Abbey. Ambientada en una mansión inglesa a comienzos del siglo XX, las seis temporadas de la serie retratarían a una familia de aristócratas de apellido Crawley, así como a sus sirvientes. Al igual que con los trabajos mencionados anteriormente, aquí la familia es producto de la ficción, pero los acontecimientos ocurridos a su alrededor son reales (el hundimiento del Titanic, la Primera Guerra Mundial, la pandemia de gripe, la llegada de la radio, la independencia de Irlanda, etc.) los cuales van marcando las transformaciones de sus tradiciones, costumbres y modos de vida.
La película de Downton Abbey (con guion del mismo Fellowes y dirigida por Michael Engler, veterano de la serie), más que una obra cinematográfica, puede considerarse como un último episodio especial proyectado en la pantalla grande y que constituye un hermoso regalo dirigido a sus cientos de seguidores. Aquellos que nunca hayan visto un episodio de la serie, una recomendación: háganlo. Pero si usted es un novicio y llega a ver esta película, quedará confundido y abrumado. Los seguidores acérrimos de la serie (tan fieles como un fan de las películas de Star Wars, DC o Marvel), la encontraremos sensible, inteligente, humana, ocurrente, dramática, elegante, hilarante, emocionante y elocuente; adjetivos que bien pueden aplicarse a toda la maravillosa serie.
De todas maneras, esta es una síntesis de lo que sucede en la película (Sin spoilers): Han pasado dos años luego de los acontecimientos del capítulo final de la serie y los habitantes de Downton Abbey se preparan para un importante acontecimiento: la visita del rey Jorge V (Simon Jones) y la reina Mary de Inglaterra (Geraldine James). Lord Grantham (Hugh Bonneville), el señor de la casa; y Lady Cora (la hermosa Elizabeth McGovern), su esposa norteamericana, dirigen el evento que incluye almuerzo, cena y una ceremonia de inspección de las tropas por parte del rey.
Todos están presentes en estos preparativos (con la excepción de los personajes fallecidos y de Lady Rose, interpretada por Lily James; o Martha Levinson, la madre de Cora, encarnada por Shirley MacLaine): Tenemos a Violet, la intrigante madre de Lord Grantham (interpretada magistralmente por Maggie Smith), su amiga Isobel (la estupenda Penelope Wilton), con la que siempre discute de una manera exquisita; Junto a ellas están Lady Mary (Michelle Dockery) y Lady Edith (Laura Carmichael), las inquietas hijas de Lord Grantham y Lady Cora (a la vez nietas de Violet); así como el irlandés Tom Branson (Allen Leech), el viudo de Lady Sybil, la fallecida hermana de Mary y Edith.
Y por supuesto, están los sirvientes: Las adorables cocineras Mrs. Patmore (Lesley Nicol) y Daisy (Sophie McShera); Mrs. Carson, la ama de llaves (Phyllis Logan); su esposo Carson (Jim Carter), quien sale de su retiro para cubrir a Barrow (Robert James-Collier) en el evento; la pareja compuesta por Bates (Brendan Coyle) y Anna (Joannne Froggatt); el impertinente Molesley (Kevin Doyle) y su amiga Baxter (Raquel Cassidy). Todos ellos se enfrentan a que el equipo de sirvientes del rey los reemplace en sus labores.
Las subtramas que incluyen un intento de acabar con la vida del rey, el embarazo de un miembro de la familia Crawley, y los secretos detrás de la presencia de Maud Bagshaw (Imelda Staunton) y su compañera, la joven Lucy Smith (Tuppence Middleton), aunque podrían haberse desarrollado mejor en una séptima temporada, son todas un pretexto para que todos los actores hagan lo suyo con sus respectivos personajes y para que los fanáticos no podamos soportar tantas emociones juntas (el fotógrafo Ben Smithard logra capturar toda la belleza y majestuosidad de la mansión y la música de John Lunn vuelve a calentarnos el corazón).
Aunque esta película sobre la nostalgia y las costumbres de otras épocas, está particularmente dirigida a quienes amamos la serie, no se puede negar su tremenda magia y encanto. Downton Abbey nos deja, pero siempre quedará en nuestro corazón.
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