Cuatro jóvenes deciden jugar con una tabla Ouija y como es costumbre en el cine, obtienen su merecido por invocar a las fuerzas del mal.
Director: Ben Demaree
Mischa Barton, Tara Reid, Chris Mulkey, Dee Wallace, Carly Schroeder, Mark Grossman
La tabla Ouija es una marca registrada de Parker Brothers que actualmente pertenece a Hasbro. Es una tabla marcada con las letras del alfabeto, los números del cero al nueve, las palabras “sí”, “no”, “hola” y “adiós”. Se supone que sirve para invocar espíritus colocando un puntero movible sobre la tabla y desplazándola con los dedos.
Para muchos es un objeto aterrador y esto se ha debido, en gran parte, a las películas. La primera vez que se utilizó en el cine fue en la película The Uninvited de 1944, pero se hizo muy popular gracias a su aparición en el clásico del terror The Exorcist, de 1973. Luego vendría la trilogía Witchboard iniciada en 1986, y en el 2014 la película Ouija se centraría en cómo el uso que unos jóvenes le dan a la tabla tendría como consecuencia la muerte de la mayoría de ellos. La precuela del 2016, Ouija: Origin Of Evil, fue sorpresivamente, una cinta de terror de muy buena calidad, que supo aprovechar muy bien la fascinación por el “juego”.
Ahora llega una película de bajísimo presupuesto y de una calidad muy inferior a los títulos ya mencionados, titulada La maldición de la Ouija, que no pertenece a la saga oficial iniciada en el 2014, en la que una chica que está terminando su tesis de grado sobre eventos sobrenaturales, invita a su novio y a dos amigos a la casa de su prima, en la que anteriormente vivía una bruja, asociada a una serie de aquelarres que incluían sacrificios con bebés.
Obviamente, en la casa los chicos se encuentran una tabla Ouija, juegan con ella y comienzan a desaparecer gradualmente, empezando por la prima. La película incluye en papeles secundarios a unos actores que, definitivamente, han vivido tiempos mejores: Tara Reid (American Pie), Mischa Barton (The O.C.), Dee Wallace (E.T. The Extraterrestrial) y Chris Mulkey (Twin Peaks).
Pero más allá de permitirnos saber qué ha pasado con algunas estrellas del pasado, La maldición de la Ouija, es una película que no llega a asustar en ningún momento (ni siquiera a inquietar un poco) y está plagada de situaciones ilógicas y actuaciones pésimas. Tratar de soportar la hora y media de duración de este deplorable producto es la verdadera maldición.
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