La vida y obra de Miles Davis se condensa en un magnífico documental que logra capturar todo el misterio y la magia de este auténtico genio del Jazz.
Director: Stanley Nelson
Preciso, inteligente, meticuloso, mágico. Estos cuatro adjetivos bastan para describir el documental del norteamericano Stanley Nelson (The Black Panthers, American Experience), sobre Miles Davis, uno de los artistas más importantes de ese género basado en una estructura que se libera por medio de la improvisación.
El trabajo de Nelson posee una estructura canónica: se recorre la vida del artista desde su nacimiento hasta el final de su vida, se revisa su obra, teniendo en cuenta tanto sus triunfos como sus fracasos, y se examinan tanto las cualidades como los defectos que son parte de su condición humana. Pero gracias a esta estructura es que se se puede apreciar la enorme libertad que Miles Davis le aportó a un género, que de por sí es libre (o debería serlo).
El actor Carl Lumbly (de la serie Supergirl) aporta su voz para encarnar a Davis y contarnos su historia. Lumbly logra imitar muy bien la singular voz rasposa del trompetista, la cual se complementa con unas estupendas imágenes de archivo y con la música original de Davis. Gracias a un perfecto equilibrio entre la voz, la imagen en movimiento y la música, los amantes del Jazz volverán a enamorarse de Davis y quienes poco o nada saben de Jazz, podrán descubrir uno de los regalos más hermosos que le ha dado Norteamérica al mundo.
Es una lástima que gran parte del público prefiera la anécdota y el comentario por encima de los logros de un artista. Sin embargo, aunque el documental de Nelson pone en un lugar privilegiado los logros, los espectadores ávidos de sensacionalismo se enterarán del temperamento, la soledad, la misoginia y las adicciones que hicieron parte de un hombre que al mismo tiempo producía una música celestial y reinventaba una y otra vez un género hasta que prácticamente lo partió en dos. Se puede pensar en el Jazz como la era previa a Kind of Blue y una era posterior, donde los efectos y la influencia generada por este álbum de 1959 todavía se sigue sintiendo, tanto en el Jazz como en la música popular en general.
Este documental puede complementarse con Miles Ahead, la estupenda cinta del 2015, en la que Don Cheadle interpretó al trompetista en uno de sus momentos más bajos de su carrera. Sin embargo, a diferencia de la cinta argumental dirigida por el mismo Cheadle, este documental es mucho más elegante, se toma su tiempo para hablarnos no solo sobre la relevancia de Kind of Blue, sino también de obras como la banda sonora para la película de Louis Malle, Ascensor para el cadalso, Sketches Of Spain o Bitches Brew, los cuales bien podrían todos hacer parte de la lista de los mejores álbumes de Jazz de todos los tiempos. Asimismo, no se dejan de lado las relaciones mutualistas de Davis con John Coltrane, Gil Evans, Dizzy Gillespie y Quincy Jones, entre otros.
Miles Davis: El nacimiento de una leyenda, es una película dedicada a quienes amamos la música, a quienes se nos pone la piel de gallina cuando escuchamos a Miles Davis tocar su instrumento y a los que todavía no logramos entender cómo ciertas personas han sido verdaderamente bendecidas por los dioses, ya que son capaces de alcanzar la inmortalidad gracias a unas obras excelsas que logran producir un inmenso e intenso placer a nosotros, los míseros mortales.
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