La última película animada del universo DC pone en el centro al antihéroe John Constantine y concluye una saga dirigida a un público «adulto», conformada por catorce entregas previas.
Director: Matt Peters, Christina Sotta
Con las voces de Matt Ryan, Jerry O’Connell, Rosario Dawson, Jason O’Mara, Ray Chase, Rainn Wilson, Taissa Farmiga
A partir del 2007, los estudios Warner han estado produciendo para el mercado del “directo a vídeo”, una serie de largometrajes animados basados en los superhéroes más emblemáticos del universo DC, siendo la primera de estas películas Superman: Doomsday, inspirada en la popular saga de cómics conocida como “La muerte de Superman”.
Sin embargo, desde que la línea de cómics de DC decidió reiniciar sus historias bajo el título de The New 52, las películas animadas de superhéroes de Warner tuvieron un cambio: sus historias se hicieron más adultas, más violentas, más complejas, y las películas se conectaron entre sí. La primera entrega de este nuevo período fue la también exitosa Justice League: The Flashpoint Paradox del 2013, en la que el superhéroe Flash, intentando cambiar el pasado para salvar a su madre, termina transformando todo el universo DC (algo que también sucedió en los cómics).
Ahora, luego de quince entregas, el llamado DCAMU (DC Animated Movie Universe) llega a su fin. El capítulo final de esta serie es una película llamada Justice League Dark: Apokolips War, la cual, a su vez, es una continuación directa de la cinta del 2017 Justice League Dark.
Es por esto que para disfrutar al máximo esta película, la recomendación es aprovechar el tiempo de confinamiento y revisar las catorce entregas previas (lo cual ya es toda una hazaña digna de un verdadero geek). Pero si usted es un fanático acérrimo de los superhéroes, la recomendación sería la de ver todos los treinta y ocho largometrajes animados (tarea titánica que bien puede dejarlo al borde de la locura).
La mayoría de estas películas animadas de superhéroes de DC son de una buena factura (aunque, la verdad sea dicha, han venido decayendo en estos últimos cinco años, pero no de una manera tan desastrosa como sucedió con las películas de superhéroes de acción real producidas por esta compañía). Justice League Dark: Apokolips War, no es la mejor película del DCAMU (ese título va para The Flashpoint Paradox), pero tampoco es la peor (esa fue Batman: The Killing Joke, un intento fallido de adaptar la clásica novela gráfica de Alan Moore).
En esta entrega, John Constantine (con la voz de Matt Ryan, quien interpretó al mismo personaje en una muy buena serie de televisión) y su novia Zatanna (Camilla Luddington), se han incorporado a la Liga de la Justicia, luego de los eventos ocurridos en Justice League Dark. Superman ha citado a todos los miembros de la Liga, incluyendo también a los Teen Titans y a Lex Luthor (Rainn Wilson), para enfrentarse de una vez por todas contra el malvado Darkseid (Tony Todd), un déspota intergaláctico, soberano del planeta Apokolips, quien quiere conquistar la Tierra y, de paso, al universo entero.
Darkseid logra enterarse de los planes de Superman y se adelanta a ellos, con unos resultados funestos. Dos años más tarde, la Tierra ha sido conquistada, muchos superhéroes han muerto intentando defender a la humanidad (entre ellos, Zatanna) y otros, como Batman (Jason O’Mara) y Cyborg (Shemar Moore), han sido esclavizados por Darkseid. Superman (Jerry O’Connell), quien ha perdido sus poderes, se ha unido a Raven (Taissa Farmiga), una exmiembro de los Teen Titans, para buscar la ayuda de Constantine, quien se ha refugiado en un bar con su amigo, el demonio Etrigan (Ray Chase), para olvidarse del desastre consumiendo grandes cantidades de alcohol (recuerden que estas películas animadas están dirigidas a un público “adulto”).
Es así que Superman, Raven, Constantine y Etrigan, van en busca de Damian Wayne (Stuart Allan), el hijo de Batman y la última encarnación de Robin, para que se les una a su misión, la cual consiste en formar una nueva Liga de la Justicia, esta vez conformada por ellos y por varios supervillanos sobrevivientes (entre los que se encuentran Harley Quinn, Captain Boomerang y Killer Shark, un fiero tiburón humanoide que en el pasado fue amante de Constantine). Sí señores. Constantine, además de ser un superhéroe abiertamente bisexual, también tiene tendencias zoofílicas.
Lo que sigue es una especie de cierre hiperviolento para las películas sobre Justice League, Teen Titans, Suicide Squad, Superman, Batman y Flash, así como para la Liga de la Justicia Oscura de John Constantine. Los fanáticos se emocionarán con el despliegue de múltiples personajes y unas escenas llenas de sangre y mutilaciones. Quienes odian a los superhéroes no aguantarán los primeros cinco minutos. Los que no han visto las anteriores películas, quedarán confundidos ante las múltiples subtramas y referencias. Los lectores de cómics y los seguidores de las series y las películas de acción real, tratarán de ubicarse con sus conocimientos ante el caos. Pero lo cierto es que con Justice League Dark: Apokolips War se establece un punto final (literalmente), lo que da paso a una nueva etapa para las películas animadas del universo DC.
Ojalá que las nuevas películas animadas de DC que se produzcan de aquí en adelante, se preocupen más por las historias y por la construcción de personajes, que por la sangre, la violencia y las malas palabras. Tristemente, muchos seguidores del género de superhéroes confunden estos recursos facilistas como si fueran sinónimo de “calidad”.
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