Los hermanos Salazar debutan con una película honesta y sencilla, que nos recuerda al cine independiente de los años noventa.
Director: David Salazar, Francisco Salazar
Miguel González, Juan Pablo Castiblanco
El New Queer Cinema es un término acuñado por el crítico B. Rudy Rich para la revista Sight & Sound, que describe el movimiento de cine independiente que surge a comienzos de los años noventa y que buscaba explorar las relaciones y las experiencias de las personas gay, lesbianas, bisexuales y transgénero. Los herederos del cine de Jean Cocteau, Jean Genet, Andy Warhol, Chantal Akerman y R.W. Fassbinder fueron unos jóvenes directores con nombres como Derek Jarman, Todd Haynes, Gus Van Sant, Tom Kalin y Gregg Araki, quienes realizaron unas películas de muy bajo presupuesto, pero con unas historias honestas protagonizadas por hombres y mujeres que ríen, lloran, aman, trabajan y, en últimas, viven como cualquiera de nosotros.
En una sociedad machista y homófoba como la colombiana, los antecedentes del queer cinema son muy escasos, y van de la caricatura (Mariposas S.A., Operación Piroberta), hasta copias descaradas de cintas como Brokeback Mountain y Call Me By Your Name (Contracorriente y ¿Cómo te llamas?). Ahora llega por fin una película que nos recuerda a ese cine sincero y sin pretensiones del cine independiente norteamericano de los noventa y con un título que bien podría hacer parte del repertorio del New Queer Cinema.
Nowhere es el primer largometraje de los hermanos David y Francisco Salazar, procedentes del mundo de la publicidad y de la internet. Cuenta la historia de Adrián (Miguel González) y Sebastián (un estupendo Juan Pablo Castiblanco), dos jóvenes colombianos que viven felices en la ciudad de Nueva York, hasta que uno de ellos se enfrenta a un problema laboral, lo que pone en peligro su situación como inmigrante, así como un futuro con su pareja.
La película dirigida y escrita por los hermanos Salazar aborda ese momento en la vida de Adrián y Sebastián, con sencillez, ternura y erotismo. Aquí no hay melodramas exagerados o diálogos grandilocuentes. Tan solo una historia de amor enmarcada en el conflicto de los jóvenes inmigrantes que buscan un futuro lejos de su lugar de nacimiento y en la intolerancia hacia la orientación sexual, algo que permanece enclavado en el seno de muchas familias de Latinoamérica. Es su honestidad y candor, lo que hace que Nowhere sea una de las mejores películas colombianas de este sombrío año que termina.
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