La secuela de Jefe en pañales no es tan divertida como su predecesora, pero los psicoanalistas quedarán atónitos ante su perturbadora revisión del Complejo de Electra.
Director: Tom McGrath
Con las voces de Alec Baldwin, James Mardsen, Amy Sedaris, Jeff Goldblum
En una de las escenas de Jefe en pañales 2, la secuela de la cinta animada del 2017 basada libremente en el libro ilustrado de Marla Frazee, su protagonista Tim Templeton (con la voz de James Mardsen reemplazando a Tobey Maguire), ahora convertido en padre de familia, invita a su hija mayor Tabitha (Ariana Greenblatt), a contarle de nuevo sus aventuras de cuando él era niño y su hermano menor era tan solo un bebé. Ante dicha invitación, Tabitha le contesta que las historias no son muy coherentes que digamos y los momentos graciosos son irregulares.
Este fue también el consenso de los críticos frente a la primera parte. Sin embargo, la cinta fue todo un éxito e inclusive de ella se desprendió una serie animada para Netflix (Jefe en pañales: De vuelta a los negocios) que obtuvo cuatro temporadas. Asimismo, la crítica de Tabitha también se puede aplicar a la secuela para cine, la cual no es tan divertida como su predecesora. Sin embargo, hay algunos elementos que la salvan.
Como se mencionaba anteriormente, en esta entrega tanto Tim como Ted (el jefe en pañales en cuestión, con la voz de Alec Baldwin), ya son adultos. Tim continúa con su gran imaginación (que casi raya en esquizofrenia, ya que no sabemos qué es o no real en sus historias), y ahora es padre de Tabitha y Tina (Amy Sedaris), una bebé que luego se descubrirá, puede hablar perfectamente y es agente secreto de Babycorp, la empresa con la que trabajara Ted cuando era un bebé. Por cierto, algo que lastima profundamente a esta secuela es que ese “jefe en pañales” con la apariencia y actitud de un Donald Trump joven, ha quedado prácticamente relegado a un segundo plano.
Tina reúne a los dos hermanos (quienes debido a sus ocupaciones casi nunca se ven), y los convierte en bebés de nuevo con una bebida especial (recuerden el comentario de Tabitha). La razón tiene que ver con una conspiración que se oculta en el colegio donde estudia Tabitha y que es orquestada por el Dr. Irwin Armstrong, con la voz de Jeff Goldblum y la apariencia del escritor, político y escritor Eduard Punset, el cual no es el único divulgador científico que se satiriza aquí, ya que Tabitha tiene un pez al que llama Stephen Hawkins (un chiste que raya en lo ofensivo).
El aspecto más interesante de la secuela de Jefe en pañales, tiene que ver con la conspiración, ya que el resentido Dr. Armstrong busca hipnotizar a los adultos con aplicaciones para celulares y convertirlos en zombies y, al mismo tiempo, adoctrinar a los bebés para que odien a sus padres, ya que, según él, ellos le han entregado a las nuevas generaciones tan solo guerras, contaminación y calentamiento global. A los padres de los llamados «centennials», esto les parecerá tremendamente familiar.
El otro aspecto que vale la pena resaltar de esta frenética y ruidosa cinta, es la relación entre Tim convertido en niño y su hija Tabitha. En Volver al futuro, Marty McFly viaja al pasado para arreglar la relación entre sus padres, lo que lleva a que su madre adolescente termine enamorada de él, en una especie de divertida fantasía derivada de lo que Freud llamaba “Complejo de Edipo”. Aquí, de una manera más perturbadora que divertida, se revisa el equivalente femenino de dicho concepto (el “Complejo de Electra”), cuando el padre se convierte en el mejor amigo (y casi novio) de su propia hija. ¿Qué diría Freud de esta cinta?
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