Run Hide Fight (¡Corre, escápate, pelea!) (2020)

Del mismo modo en que Tarantino decidió darle su merecido a Hitler y a Charles Manson, el director Kyle Rankin convierte a Zoe Hull en la estudiante encargada de castigar a los artífices de una masacre escolar.

Dir.  Kyle Rankin

Isabel May, Radha Mitchell, Thomas Jane, Treat Williams, Eli Brown

El cine clase “B” se caracteriza por robar (o tomar prestadas, si se prefiere), las premisas exitosas del cine clase “A” y por adoptar los temas sociales y políticos extraídos de la realidad, para confeccionar unas fantasías rudas, crudas y viscerales, con poca atención a lo estético, a lo poético o a lo políticamente correcto.

De acuerdo con lo anterior, se podría decir que Kyle Rankin posee una filmografía que lo cataloga como todo un director de cintas clase “B” (The Battle of Shaker Heights, Infestation, Nuclear Family, Night of The Living Deb, The Witch Files). Su nuevo trabajo, titulado Run Hide Fight, no es una excepción a la regla. Si usted es un amante de este tipo de películas, prepárese para una experiencia llena de tensión y emoción, así como de lugares comunes y una trama predecible.

Piense en este trabajo como una mezcla entre Elephant, la cinta de Gus Van Sant ganadora de la Palma de Oro e inspirada en la masacre de Columbine, y Die Hard, la obra maestra del cine de acción de John McTiernan a la que muchos consideran la mejor de su género.

Su protagonista es Zoe Hull (Isabel May de la serie Alexa & Katie), una joven de diecisiete años de edad, quien ha perdido a su madre Jennifer (Radha Mitchell) víctima del cáncer y que vive en Texas con su padre Todd (Thomas Jane) un marine veterano. Zoe es una chica retraída (tiene un único amigo) y no ha podido superar el duelo (habla con su madre constantemente). Asimismo, es una chica que no duda en actuar cuando es necesario (como su padre lo constata al salir de cacería con ella).

Como es costumbre, Zoe llega a la escuela con su amigo Lewis (Olly Sholotan), quien teme ser rechazado cuando invita a Zoe al tradicional prom próximo a celebrarse. Luego de una discusión con Lewis en la cafetería, Zoe va al baño y ahí es cuando irrumpen cuatro alumnos en una camioneta blanca, liderados por Tristan Voy (Eli Brown de la serie Gossip Girl), la versión juvenil entre los villanos Hans Gruber de Die Hard y Howard Payne de Speed. Su plan consiste en asesinar a cuantos estudiantes, profesores y miembros de los servicios generales puedan en actitud de venganza por los años de bullying y rechazo, pero, a su vez, desean convertirse en la tendencia número uno de las redes sociales.

Pero el grupo de psicópatas (tres sociópatas y un esquizofrénico, para ser más precisos) conformado por Tristan, Kip (Cyrus Arnold), Chris (Britton Sear) y su hermana Anna (Catherine Davis), van a tener que enfrentarse a la heroica Zoe, quien va a arriesgar su vida para salvar a todos los estudiantes, profesores y miembros de los servicios generales, que le sean posible. Ayudándola en su misión estarán algunos profesores, algunos compañeros de clase, su padre y el alguacil Tarsy (encarnado por la leyenda del cine clase “B”, Treat Williams).

Muchos atacarán esta cinta y se rasgarán las vestiduras por la actitud de Rankin de convertir los terribles sucesos extraídos de la vida real en una fantasía cinematográfica de acción. Esto trae a colación a Quentin Tarantino, un amante del cine clase “B”, quien le dio a Adolph Hitler su merecido en Inglourious Basterds e impidió los asesinatos del clan Manson de Once Upon A Time In Hollywood.

La brutalidad de los ataques perpetrados en los centros educativos se ha aminorado con los cierres de los colegios y universidades debido a la pandemia causada por el COVID-19, pero falta mucho por explorar, investigar y debatir para entender este fenómeno y evitar que se repita en un futuro. ¡Corre, escóndete, pelea! no es tímida al mostrar de una manera explícita como, en la mayoría de los casos, son los mismos estudiantes los que no tienen ningún remordimiento en disparar a quemarropa contra sus compañeros y profesores (algo que también se ve en la ya mencionada Elephant y en la brutal cinta Polytechnique de Denis Villeneuve).  

Sin embargo, una de las funciones del cine consiste en generar una violencia catártica, en donde se nos brinda la posibilidad de escaparnos de la cruenta y triste realidad y de obtener una venganza simbólica al poner en la pantalla a un héroe (en este caso una heroína) que se va a encargar de ponerle fin a la tragedia. ¿Acaso no nos gustaría ver una película en la que un hombre rudo con la personalidad y el aspecto físico de Chuck Norris, acabara con puños, patadas y disparos de una vez por todas con el COVID-19, sin importar los parámetros establecidos por la lógica y los dictámenes de la realidad? En el cine esto es posible.  

 

Sobre André Didyme-Dôme 1638 artículos
André Didyme-Dome es psicoterapeuta y periodista. Se desempeña como editor de cine y TV para la revista Rolling Stone en español y es docente universitario; además, es director del cineclub de la librería Casa Tomada y conferencista en Ilustre. Su amor por el cine, la música pop y rock, la televisión y los cómics raya en la locura.

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