Una comedia con una desquiciada premisa, que debió haber sido mucho más irreverente y anárquica que lo que se vio en la pantalla.
Director: Jae-gon Son
Jae-hong Ahn, Kang So-ra, Yeong-gyu Park
Cursi y efímera, pero encantadora. Estos adjetivos bien pueden atribuírseles a la música de BTS como a Un zoológico extraordinario, la nueva comedia dirigida por Jae-gon Son (El hombre que vio demasiado, Mi novia aterradora), que adapta en acción real a I Don’t Bully You, un popular dibujo animado de internet.
Aquí, nuestro protagonista es Tae-Soo (interpretado por el carismático Jae-hong Ahn), el asistente de una prestigiosa firma de abogados, al cual se le asigna una absurda misión: dirigir un zoológico al borde de la ruina y mantenerlo a flote por tres meses, para que la firma pueda buscarle un comprador al terreno y venderlo a un precio conveniente.
Tae-Soo llega al parque Dongsan y se encuentra con que todos los animales, excepto un oso polar con problemas de comportamiento, han sido vendidos para pagar las deudas del zoológico. Al aprendiz de abogado se le advierte que su misión es una prueba para ser ascendido. Es así que asume un plan mucho más absurdo que su tarea inicial: Los cuatro empleados que quedan en el zoológico se disfrazarán y se harán pasar por animales reales (un gorila, un león, un perezoso y un oso polar) para seguir vendiendo entradas.
La divertida premisa pudo haberse explotado más, pero se limita a algunos chistes flojos y a un descarado product placement mostrándonos al oso polar falso tomando Coca-Cola. Un zoológico extraordinario se merecía un tono más irreverente y desquiciado. Asimismo, su final es muy agridulce para una película familiar. Sin embargo, pese a su duración exagerada y a todas sus demás falencias, los espectadores (especialmente los más pequeños) pasarán un buen rato.
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