El cantante de U2 regresa de su retiro encarnando a un león viudo, en una entrañable película animada.
Director: Garth Jennings
Con las voces de Nick Kroll, Reese Witherspoon, Taron Egerton, Scarlett Johansson, Bono, Tori Kelly, Matthew McConaughey
Un koala llamado Buster Moon se encuentra con que su teatro está pasando dificultades económicas y urde un plan: organizar un concurso de canto. A las audiciones participan Rosita, una cerdita ama de casa y madre de veinticinco lechones; Ash, una puercoespín rockera; Gunter, un cerdo pretencioso; Johnny un joven gorila; y Meena, una tímida elefante. Todos demuestran su talento y el teatro de Buster se salva de la ruina.
Esta fue la premisa de Sing, la exitosa película animada del 2016 producida por los estudios Illumination (los mismos de Mi villano favorito y La vida secreta de las mascotas). Ahora, cinco años más tarde, llega una secuela también dirigida por el británico Garth Jennings (la persona detrás de las simpáticas comedias de acción real Guía del viajero intergaláctico y el Hijo de Rambow). El resultado es un musical divertido y entrañable, que logra superar a su predecesor.
La nueva premisa es tan sencilla como la de la primera parte. Buster Moon (con la voz de Matthew McConaughey) quiere montar un ambicioso musical de ciencia ficción con la ayuda de su grupo conformado por Rosita (Reese Witherspoon), Gunter (Nick Kroll), Johnny (Taron Egerton), Ash (Scarlett Johansson), Meena (Tori Kelly) y la fiel secretaria, la Señorita Crawley (con la voz de Jennings). La estrategia consiste en conseguir la financiación de Jimmy Crystal (Bobby Cannavale), un magnate de Las Vegas, quien acepta financiar el musical si Buster incluye en el elenco a su engreída hija Porsha (Halsey), como reemplazo de Rosita en el papel protagónico, y a Clay Calloway (Bono), una leyenda del Rock que lleva retirado de la escena musical por más de quince años.
Veremos a Ash intentando convencer al león retirado de volver a los escenarios, luego de que este perdiera a su esposa, y a Porsha aprendiendo una lección de humildad. Pero también seremos testigos de cómo Johnny busca ayuda de Nooshy (Letitia Wright), una gata coreógrafa, para que le enseñe lo mejor del baile urbano; y de cómo Meena debe lidiar con Darius, un galán vanidoso y autorreferido (Eric André).
Sin embargo, el verdadero encanto de Sing está en sus números musicales y esta secuela incluye, entre otros, a los clásicos Let’s Go Crazy de Prince y Goodbye Yellow Brick Road de Elton John, así como una poderosa interpretación entre Scarlett Johansson y Bono de I Still Haven’t Found What I’m Looking For, que hará vibrar tanto al público infantil como a aquellos que crecimos escuchando los éxitos de U2 en los años ochenta.
Es imposible no salir de esta película bellísimamente animada, emocionado y con ganas de cantar y bailar. En estos tiempos oscuros, necesitamos magia, color, diversión y mucha música. Sing 2 nos ofrece todo lo anterior en grandes dosis.
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