Un arpista, una bárbara, un hechicero, una druida y un paladín, se enfrentan a un pícaro y una maga, en la adorable mezcla entre Monty Python y el Santo Grial y El rapto de la princesa.
Directores: John Francis Daley, Jonathan M. Goldstein
Chris Pine, Michelle Rodriguez, Hugh Grant, Sophia Lillis, Justice Smith, René-Jean Page
Calabozos y Dragones es quizás el juego de rol más popular de todos los tiempos. Creado originalmente en 1974 por Gary Gygax y Dave Arneson, en él, los jugadores asumen el papel de personajes con habilidades y características particulares en un mundo de fantasía, con el objetivo de superar los desafíos presentados por el Dungeon Master, quien es el encargado de narrar la historia y establecer las reglas del juego. A medida que los personajes avanzan en el juego, ganan experiencia y mejoran sus habilidades.
En 1982, se presentó en la televisión Monstruos y laberintos, basada en la novela homónima de Rona Jaffe e inspirada en un caso real acerca de la desaparición y suicidio de un joven fanático del juego. Lo único memorable de esta terrible película es que incluye una de las primeras apariciones de un actor conocido como Tom Hanks. Un año más tarde debuta una simpática serie animada que alcanzó a tener tres temporadas, y que nos muestra a un grupo de jóvenes que termina habitando en un mundo extraño y muy distante a su mundo cotidiano.
Sin embargo, la primera versión para cines, estrenada en el año 2000, pese a tener dentro de su elenco al gran Jeremy Irons, es un producto execrable. Inexplicablemente, tuvo dos secuelas directo a video, que hacen quedar a la primera cinta como una obra maestra.
Es por eso que los amantes del juego teníamos serias dudas sobre una nueva adaptación cinematográfica, las cuales han quedado disipadas. John Francis Daley y Jonathan Goldstein, los guionistas de Spider-Man: Regreso a casa y la subvalorada comedia Noche de juegos, se remiten a la esencia del juego y aderezan con elementos obtenidos de las parodias clásicas del Sword & Sorcery como lo son Monty Python y el Santo Grial y El rapto de la princesa, para confeccionar una cinta para todos los públicos refrescante, entretenida y respetuosa con respecto a la fuente original.
Ayuda muchísimo que el elenco de actores posee el tiempo necesario para desarrollar a sus personajes, alejándolos de esos estereotipos unidimensionales característicos de muchas cintas de este tipo, las cuales sucumben al derroche de efectos especiales en detrimento de la humanidad. Chris Pine despliega todo su carisma y picardía interpretando al ladrón y arpista Edgin; Michelle Rodriguez es fantástica como Holga, una guerrera bárbara que nos recuerda mucho a Xena; Justice Smith (Jurassic World: Dominio) encarna con gracia al torpe aprendiz de hechicero Simon y genera una buena química con Doric, la druida que se transforma en animales interpretada por Sophia Lillis (It). Y no podemos olvidar al paladín Xenk, interpretado por el apuesto René Jean-Page (Bridgerton), con un aire de autosuficiencia y engreimiento que genera la envidia de Edgin y que hace evidente las razones por las cuales Henry Cavill nunca convenció del todo como Superman.
Entre los adorables villanos encontramos al pícaro Forge encarnado por Hugh Grant, quien continúa por la línea de unos deliciosos personajes malvados y simpáticos a la que pertenecen Phoenix Buchanan de Paddington 2 y Greg Simmonds de Agente Fortune. Y la bruja Sofina es interpretada con las dosis precisas de maldad, misterio, elegancia y auto parodia por la británica Daisy Head (The Syndicate).
Pero son los referentes (atención al guiño a la serie animada), el buen sentido del humor y la sensación de que detrás de cada personaje hay un geek encarnándolo, lo que hace que esta versión de Calabozos y Dragones sea una cinta fantástica en todo sentido.
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