En esta nueva cinta animada protagonizada por el famoso felino de las tiras cómicas, veremos a Garfield fuera de su elemento.
Dirección: Mark Dindal
Con las voces de Chris Pratt. Samuel L. Jackson, Hannah Waddingham, Ving Rhames, Nicholas Hoult
¿Cuál es la tira cómica de periódico más popular de todos los tiempos? Definitivamente es Garfield, creada por Jim Davis y centrada en la cotidianidad de un gato naranja y gordo adicto a la lasaña y su dueño, Jon Arbuckle. Garfield es conocido por su pereza (casi nunca sale de su casa), su glotonería y, especialmente, su sarcasmo. A menudo se burla de Jon y de Odie, el perro, pero en el fondo tiene un buen corazón y ama a su osito de peluche Pookie.
Desde que la tira cómica debutó en 1978 ha sido publicada en miles de periódicos en todo el mundo y ha sido traducida a numerosos idiomas. Además de las tiras, Garfield ha protagonizado dos populares series animadas, trece especiales para la televisión, dos películas para cine, tres películas directo a vídeo, dieciséis videojuegos y una amplia gama de productos de mercadotecnia.
¿Cuál es la razón de la enorme y duradera popularidad de Garfield? En gran parte se debe a su humor y a los personajes entrañables y las situaciones que surgen de su cotidianidad hogareña. Entonces, ¿para qué sacarlo de su casa y sacudir su zona de confort? Culpen a Hollywood y a su empeño por reparar lo que no está roto.
El director Mark Dindal (fabuloso en Las locuras del emperador, irregular en Chicken Little y mediocre en Los gatos no bailan) es el encargado de resucitar al gato en el cine, luego de esas dos horripilantes cintas que mezclaban la acción real con la animación 3D y con Garfield haciendo uso de la voz de Bill Murray (ahora tiene la de Chris Pratt). Esta tercera entrega es completamente animada (con un trabajo mucho mejor que las espantosas películas directo a video), pero el guion parece sospechosamente reciclado. Reemplace a Garfield por cualquier otro personaje y no habrá ninguna diferencia.
Aquí se nos cuenta como Jon (Nicholas Hoult) adoptó a Garfield cuando este era prácticamente un bebé hambriento abandonado por su padre Vic, un gato callejero más gordo que él y con la sospechosa apariencia de Russell Crowe (aunque con la voz de Samuel L. Jackson).
Sobra decir que el padre reaparece años después y mete a Garfield en una serie de líos que involucran a una gata persa llamada Jinx (Hannah Waddingham de la serie Ted Lasso y volviendo a la villanía luego de Profesión peligro); sus secuaces, unos perros llamados Roland (Brett Goldstein también de Ted Lasso) y Nolan (Bowen Yang); y un toro amargado que suele hacer pausas dramáticas llamado Otto (Ving Rhames).
La cosa degenera en frenetismo, persecuciones, traiciones y demás lugares comunes de las películas infantiles más genéricas del mercado, eso sí, con algunos momentos de genuina ternura. Pero la verdad sea dicha, el lugar al que pertenece Garfield son los cómics y no películas como esta, que por más que se tapen con arena para gato no logran ocultar su hedor. ¡Garfield, quédate en casa!
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