Cayetanín. Recuerden este nombre, ya que será la materia prima de las peores pesadillas.
Director: Caye Casas
David Pareja, Estefanía de los Santos, Josep María Riera, Eduardo Antuña, Claudia Riera, Gala Flores
Al director español Caye Casas a menudo se le compara con Álex De La Iglesia y esto puede ser algo tremendamente injusto. Primero que todo, Casas tiene apenas dos películas en su haber y De La Iglesia posee una extensa filmografía. Y segundo, las dos cintas que ha realizado Casas son más originales, arriesgadas y contundentes que cualquier cinta que haya hecho el sobrevalorado director de El día de la bestia, Perdita Durango y Balada triste de trompeta.
Su primer largometraje, Matar a Dios (2017) parte de una familia disfuncional que se encuentra con un misterioso vagabundo enano que asegura ser Dios. Este ser, con una actitud irreverente y un humor oscuro, les anuncia que va a destruir a la humanidad al amanecer, pero les ofrece la oportunidad de salvar a dos personas. El uso de una sola locación, el humor negro y satírico, las situaciones grotescas y la inmensa originalidad la premisa, nunca chocan con una profunda exploración sobre la moralidad, las relaciones familiares, la religión y, en últimas, la naturaleza humana.
Su segundo trabajo, La mesita del comedor, con el que trabajó con casi el mismo grupo de actores de su predecesora, llamó la atención de Stephen King, quien dijo en redes lo siguiente: “Supongo que nunca, ni una sola vez en toda tu vida, has visto una película tan negra como esta. Es horrible y también terriblemente divertida. Piensa en el sueño más oscuro de los hermanos Coen”.
Y no es para menos. La premisa, tan cruel y original como la de su ópera prima, es la siguiente. Unos nuevos padres de clase media llamados Jesús (David Pareja) y María (Estefanía de los Santos), están en una tienda de muebles. Un vendedor (Eduardo Antuña) les sugiere una mesita de comedor horrible con una pesada y supuestamente irrompible tapa de vidrio sostenida por dos ninfas doradas, por un módico precio de 1.099 euros.
María, con justa razón, piensa que la mesa es una abominación de mal gusto. Jesús, herido en su masculinidad, se rebela. “Ella elige todo”, le confiesa al vendedor. “Incluso me obligó a tener un hijo y ponerle Cayetano, un nombre de un torero fascista”. El vendedor, que también se llama Cayetano, se siente ofendido, pero es cómplice de Jesús, quien termina comprando la mesa.
Como el trabajo de Casas se promociona como una cinta de terror, los espectadores deberán esperar algo terrible y Cayas cumple con creces. María sale a comprar algo de comida y vino para una cena con Carlos (Josep Riera), el hermano menor de Jesús y su joven novia Cristina (Claudia Riera). Jesús se queda armando la mesa con el bebé Cayetanín y… La cinta Monsieur Verdoux de Charles Chaplin, acerca de un asesino en serie de ancianas, nació de una conversación entre el actor y Orson Welles acerca de cuáles son los límites de una comedia. Con La mesita del comedor Cayas se fue hasta el infinito y más allá.
Las películas de Casas poseen tantos giros y sorpresas que sería un atentado revelarlas aquí. Se puede decir que Cayetano el vendedor regresa con un tornillo que faltaba a la mesita y la precoz vecinita de 13 años (Gala Flores), enamorada de Jesús, lo chantajea con decirle a María que este se propasó con ella a no ser que sucumba a su amor.
Pero lo cierto es que esta es una comedia tan salvaje que usted se sentirá muy mal de reírse de lo absurdo, cruel y patético de la situación. Y como cinta de terror, La mesita del comedor cumple a cabalidad con las reglas del género brindadas por Stephen King, ya que este es un auténtico material para las peores pesadillas.
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