Red One es una divertida aventura navideña llena de rescates, mitología y espíritu navideño moderno.
Director: Jake Kasdan
Dwayne Johnson, Chris Evans, J.K. Simmons, Lucy Liu, Bonnie Hunt, Nick Kroll, Kiernan Shipka, Kristofer Hivju, Wesley Kimmel, Reinaldo Faberlle
La época navideña ha sido un terreno fértil para innovaciones en torno a la figura de Santa Claus, un personaje clásico que ha tenido una evolución interesante en el cine. A diferencia del bonachón barrigón de los años pasados, las nuevas representaciones buscan añadirle un toque de modernidad, rudeza y acción. En la línea de películas como The Christmas Chronicles (donde Kurt Russell interpreta a un Santa con un estilo de rock star), Fatman (donde Mel Gibson es un Santa cínico y endurecido por un mundo que ya no cree en él) o Violent Night (con David Harbour como un Santa estilo “duro de matar” dispuesto a enfrentar el caos para salvar la Navidad), Red One reúne a todos estos Santas para traernos una versión dinámica, entretenida y fresca que suma humor y aventura sin perder el toque familiar.
La representación de Santa Claus en Red One, interpretado por J.K. Simmons (Whiplash), responde a esta tendencia de dar una imagen atlética y ruda al personaje. Este Santa no es solo el símbolo de la Navidad, sino también un guerrero dedicado a la justicia navideña, algo que recuerda a Lee Majors en el sketch ficticio de Scrooged donde El hombre nuclear se une a Santa para enfrentarse a terroristas en el tráiler de The Night the Reindeer Died.
En esta ocasión, Santa es secuestrado por un grupo de terroristas hijos de Gryla (Kiernan Shipka de El mundo oculto de Sabrina), una bruja de la mitología islandesa que representa el lado oscuro de estas festividades. Gryla se toma su rol de castigadora de los “malos” muy en serio, y en su resentimiento hacia la humanidad, decide raptar a Santa Claus para absorber su energía y así poder cumplir con su cometido, evocando cintas navideñas excéntricas como Santa Claus Conquista a los Marcianos (1964).
Para salvar el día, Dwayne Johnson interpreta a Callum Drift, un elfo protector de Santa con un enfoque radicalmente opuesto al de Buddy el Elfo encarnado por Will Ferrell en la maravillosa Elf, quien se muestra desilusionado ante la falta de espíritu navideño en el mundo. Como compañero de aventuras tiene a Jack O’Malley (Chris Evans), un ladrón experto y un tanto cínico, quien tiene un pasado oscuro con la Navidad.
Ambos, junto con Jacqueline Frost (Lucy Liu), jefa del departamento secreto de seres mitológicos (esto ya huele a una franquicia similar a Hombres de Negro), el oso polar de Coca-Cola, quien aquí reencarna como un rudo agente llamado García (Reinaldo Faberlle), y el rudo hermano de Santa Claus (no pregunten), trabajan para rescatar a la persona de la que depende la Navidad.
Los padres de familia pueden estar tranquilos: aquí no hay sangre ni excesos como en Black Christmas o Krampus; en su lugar, se plantea una aventura familiar llena de acción y comedia como si se tratara de una película perdida de los ochenta o noventa.
A diferencia de cintas navideñas edulcoradas como Santa Claus: The Movie (1985), ese estrepitoso fracaso de los productores de Superman, que para algunos tiene un lugar nostálgico en su corazón, Red One logra un equilibrio entre la aventura y el tono familiar sin caer en la cursilería. La película mantiene su enfoque accesible para todas las edades, sin elementos escatológicos y grotescos o una crítica satírica excesiva. En cambio, juega con la idea de que incluso Santa puede ser relevante en una época de videojuegos, superhéroes y cintas de acción.
A pesar de que Red One sigue una fórmula predecible y comercial, al final logra ser entretenida y mantener al público comprometido. Los chistes ligeros y la química entre Johnson y Evans añaden dinamismo a la historia. Al final, aunque no es una obra maestra ni pretende serlo, Red One funciona bien como una película de acción navideña moderna que se nutre de una visión más ruda y moderna de Santa Claus, recordándonos que la Navidad, al menos en el cine, puede ser cualquier cosa menos aburrida.
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