Aunque menos sólida que su predecesora, la secuela ofrece atracos espectaculares y acción explosiva.
Director: Christian Gudegast
Gerard Butler, Jordan Bridges, O’Shea Jackson Jr.
Den of Thieves 2: Pantera intenta ampliar la fórmula de la primera entrega llevándola al escenario internacional, pero en el proceso pierde algo del encanto crudo y la chispa que hizo de su predecesora un éxito de culto y una especie de Rápido y furioso para un público más exigente. La película abre con un atraco meticulosamente planificado en Amberes, Bélgica, que marca la pauta de una historia llena de persecuciones, balaceras y giros inesperados.
Gerard Butler regresa como «Big Nick» O’Brien, el policía moralmente ambiguo cuya obsesión con los criminales que persigue roza la autoparodia. Por su parte, O’Shea Jackson Jr. como Donnie Wilson, ahora liderando su propia banda, muestra un carisma cautivador, aunque la actuación del hijo de Ice Cube se ve limitada por un guion que prioriza la acción sobre el desarrollo de personajes. La trama, que involucra mafiosos sicilianos, españoles y balcánicos, diamantes robados y traiciones, se siente ambiciosa pero demasiado cargada, dejando menos espacio para los momentos de tensión que caracterizaron la primera entrega.
Christian Gudegast, quien dirige nuevamente, logra entregar secuencias de acción impresionantes, especialmente el robo en el Centro Mundial del Diamante, que rinde homenaje a clásicos como Ronin, Rififi, Ocean’s Eleven y, por supuesto, Heat. Sin embargo, el intento de introducir humor y elementos más estilizados a la fórmula original no siempre funciona, diluyendo la atmósfera de peligro que hacía tan absorbente a la película de 2018.
Aunque la película no alcanza las alturas de su predecesora ni de sus influencias, Den of Thieves 2: Pantera (debería haber incluido el tema I’m Broken de la agrupación) cumple como un thriller entretenido e impactante. Su mayor debilidad radica en su falta de identidad propia, al intentar abarcar demasiado y sacrificar la intensidad emocional que definió al original. Al final, esta secuela ofrece dos horas y media de entretenimiento, pero deja a los fans deseando un regreso a las raíces más terrenales y brutales de la saga.
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