Código negro es un thriller de espías que habla sobre las dinámicas de pareja, que exige atención y premia la inteligencia.
Director: Steven Soderbergh
Michael Fassbender, Cate Blanchett, Pierce Brosnan, Regé-Jean Page, Naomi Harris, Tom Burke, Marisa Abela
Gracias a los dioses del cine Steven Soderbergh regresa a la gran pantalla con Black Bag, una película que bien podría titularse Sexo, mentiras y espionaje. No solo dirige, sino que también edita y fotografía bajo sus seudónimos habituales, Mary Ann Bernard y Peter Andrews. Con un guion de David Koepp inspirado en ¿Quién le teme a Virginia Woolf?, esta cinta comete dos pecados imperdonables en el cine contemporáneo: exige toda tu atención y te trata como alguien letrado, receptivo e inteligente.
Esta es una obra que explora las relaciones de pareja a través de un thriller de espionaje que recuerda más a las adaptaciones de Graham Greene y John le Carré que a las extravagancias de James Bond. Y sí, aunque Pierce Brosnan forma parte del elenco, no esperes autos con gadgets ni explosiones espectaculares. Esta es una película para quienes disfrutan del cine de espías más cerebral, con conspiraciones, mentiras y traiciones en cada esquina.
Si Mr. y Mrs. Smith fuese dirigido por Ingmar Bergman, el resultado sería Black Bag. Michael Fassbender, con una actuación contenida pero magnética, encarna a George, un alto funcionario del Centro Nacional de Seguridad Cibernética del Reino Unido. Su interpretación evoca lo que hizo en Alien: Covenant, cuando canalizó a Peter O’Toole en Lawrence Of Arabia, solo que aquí su referencia parece ser Michael Caine en The Ipcress File y Get Carter: un hombre de grandes lentes, astucia silenciosa y emociones controladas, atrapado en una red de engaños donde la confianza es un lujo peligroso.
Su esposa, la sofisticada Kathryn (Cate Blanchett canalizando a Marlene Dietrich), es una agente de campo encargada de misiones de alto riesgo. Juntos poseen una regla que protege tanto su matrimonio como su trabajo: todo lo que no pueden decirse se guarda en la «bolsa negra». Es una solución elegante y efectiva… hasta que George recibe la noticia de que hay un traidor en la agencia. Un programa ultrasecreto ha desaparecido y la primera sospechosa es su propia esposa. De ahí en adelante, el filme se convierte en un juego de ajedrez entre ellos dos, mientras una red de agentes, dobles agentes y oportunistas comienza a cerrarse sobre ellos.
El reparto es impecable. Regé-Jean Page y Naomie Harris aportan intriga y tensión como dos figuras clave en la agencia, mientras que Tom Burke y Marisa Abela encarnan a una pareja de analistas con sus propios secretos. Y luego está Pierce Brosnan, en un papel que le permite jugar con su pasado como espía cinematográfico, aunque ahora desde la fría autoridad de un burócrata del espionaje.
Pero más allá del guion lleno de giros y del brillante trabajo actoral, Black Bag destaca por el regreso de Soderbergh a su mejor forma. Pocos cineastas combinan la energía indie de un Tarantino con la precisión clásica de un Carol Reed, y aquí demuestra su maestría en cada encuadre. Su estilo sobrio y elegante, con un uso magistral de la luz y la composición, recuerda que el cine de espías puede ser igual de emocionante sin recurrir a persecuciones espectaculares.
Al final, lo que está en juego no es solo el destino del mundo, sino el de una relación que pende de un hilo. ¿Es posible separar el amor de la traición cuando ambos trabajan en el mismo juego de sombras? Black Bag no solo es un thriller sensual y absorbente, sino un fascinante estudio sobre el poder, la confianza y los secretos que pueden hundir o salvar a una pareja. Soderbergh ha vuelto, y lo ha hecho con una película que desafía al público y que dejará una huella duradera a aquellos que todavía no han sucumbido al poder maléfico de Tik Tok.
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