Kepa Amuchastegui: Una vida entre escenas

Kepa Amuchastegui fue una figura esencial del teatro, la televisión y el cine colombiano, con una trayectoria marcada por la profundidad, la ética artística y una voz inconfundible.

Sin lugar a duda, Kepa Amuchastegui fue una de las figuras más relevantes y queridas del teatro, el cine y la televisión colombiana. Su nombre, inconfundiblemente vasco, refleja sus orígenes familiares, pero su obra y trayectoria están íntimamente ligadas a la construcción de una identidad artística sólida y profunda en el ámbito cultural colombiano. Como actor y director, su trabajo abarcó más de cinco décadas y dejó una huella indeleble en varias generaciones de espectadores.

Su formación inicial fue en arquitectura en la Universidad de los Andes, pero su vocación artística lo llevó a estudiar actuación en la Université Internationale du Théâtre y en la prestigiosa Royal Shakespeare Company en Londres. A su regreso a Colombia a finales de los años sesenta, junto a Consuelo Luzardo, Germán Moure, Gustavo García y Paco Barrero, fundó el teatro La Mama en Bogotá, extensión del legendario espacio neoyorquino fundado por Ellen Stewart. En dos años dirigió más de treinta montajes, consolidando su lugar en la escena nacional.

Su paso por el ballet vascofrancés Torky como cantante y bailarín le permitió viajar por México y Estados Unidos antes de instalarse como profesor y director de la Escuela Superior de Arte Dramático en Estrasburgo, Francia. No obstante, regresó a Colombia en 1976 con la intención de retomar su carrera teatral. Encontró resistencias y pocas oportunidades, por lo cual incursionó en la publicidad y luego fundó el grupo La Mandrágora, con el que dirigió montajes de obras como Baal de Brecht, Rosencrantz y Guildenstern han muerto de Tom Stoppard, El sueño de una noche de verano de Shakespeare y ¿Quién le teme a Virginia Woolf? de Edward Albee, siempre con una mirada estética rigurosa y contemporánea.

A los 42 años dio el salto a la televisión, medio que había evitado por considerarlo limitado en lo creativo. Desde su personaje del inquisidor Mayorga en La pezuña del diablo (1983)  se convirtió en un rostro habitual de la pantalla. Participó como actor en más de cuarenta producciones televisivas, entre ellas Camelias al desayuno (1985),  Los pecados de Inés de Hinojosa (1988), Garzas al amanecer (1989), Puerta grande (1992), Yo soy Betty, la fea (1999), La Pola (2010), La ley del corazón (2016), Garzón (2018), Bolívar (2019) y La reina de Indias y el conquistador (2020). Su versatilidad le permitió encarnar desde villanos sofisticados hasta figuras patriarcales o sabias, siempre con sobriedad y precisión interpretativa.

En cine, trabajó en películas fundamentales del cine colombiano como Técnicas de duelo (1988) y Águilas no cazan moscas (1994) de Sergio Cabrera y Al final del espectro (2006) de Juan Felipe Orozco. Su trayectoria internacional incluye títulos como La gente honrada (2008) de Bob Decout, Burn Notice: The Fall of Sam Axe (2011) de Jeffrey Donovan, Rebel Pope (2016) de Patrick Reams (donde interpretó al Papa Francisco) y El olvido que seremos (2020) del español Fernando Trueba.

Como director de televisión, fue responsable de series y novelas como El divino (1987), El visitante (1988), Vampiromanía (1989), La casa de las dos palmas (1990), Mascarada (1996), El fiscal (1999), Pobre Pablo (2000), Punto de giro (2003), Amar para vivir (2006), y Aprendí a quererme (2013). También trabajó como libretista, destacándose en Garzas al amanecer (1989) y Perfume de agonía (1997).

Amuchastegui fue también una figura pedagógica fundamental, comprometida con la formación de nuevos talentos y la defensa de un teatro crítico y reflexivo. Su estilo, caracterizado por una mezcla de sobriedad, profundidad intelectual y dominio técnico, lo ha convertido en un referente para actores, directores y dramaturgos colombianos.

A lo largo de su vida, sostuvo una ética artística inquebrantable. Nunca buscó la fama rápida ni se entregó a los vaivenes del mercado. Su arte estuvo al servicio de la palabra, de la exploración del alma humana y del pensamiento escénico. Kepa Amuchastegui nos dejó a los 83 años víctima de un cáncer de vejiga. Fue, más que un actor prolífico, un constructor de memoria cultural, cuya voz seguirá resonando en cada texto, montaje y personaje que alguna vez dio vida.


Sobre André Didyme-Dôme 1912 artículos
André Didyme-Dome es psicoterapeuta y periodista. Se desempeña como editor de cine y TV para las revistas ROLLING STONE Y THE HOLLYWOOD REPORTER EN ESPAÑOL y es docente universitario; además, es guionista de cómics para MANO DE OBRA, es director del cineclub de la librería CASA TOMADA y conferencista en ILUSTRE. Su amor por el cine, la música pop y rock, la televisión y los cómics raya en la locura.

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*