La nueva película basada en el Manga y el Anime más populares de la historia, alienará a los seguidores acérrimos de la serie y desmotivará a los neófitos, pero alegrará a los seguidores del J-Pop.
Director: Gorô Taniguchi
En 1997, Eiichirō Oda publicó por primera vez una historia llamada One Piece para la revista Weekly Shōnen Jump. En ella, se narran las aventuras de Monkey D. Luffy, un chico con un aspecto y personalidad muy similares a las de Goku de Dragon Ball y con los superpoderes de El Hombre Elástico de DC o Mr. Fantástico de Marvel, los cuales adquirió al comer el enigmático “fruto del diablo”. Luffy es el líder de un grupo conocido como los Piratas de los Sombreros de Paja y, al igual que Jack Sparrow, busca un tesoro cuyo nombre le da título al Manga.
La historia poco original, pero bien ejecutada, terminó convirtiéndose en un éxito sin precedentes. Como es costumbre en Japón, un cómic popular termina convirtiéndose en una serie animada igual de popular. Producido por Toei Animation desde 1999, el Anime de One Piece lleva más de mil episodios transmitidos (y se esperan muchos más). Asimismo, el Manga sigue cautivando a millones de lectores y posee el récord mundial de Guinness al mayor número de ejemplares publicados por un mismo autor de una misma serie de cómics. One Piece es el Manga más vendido de todos los tiempos y uno de los Anime más longevos y populares de la historia.
También es una tradición al interior de la industria de la animación japonesa, realizar largometrajes animados para cine o video (OVAS) de las series más populares. En ellos se condensan arcos argumentales desarrollados en la serie, se cuentan historias alternativas o se plantean historias nuevas. One Piece lleva hasta el momento quince de estas películas. La última tiene como título One Piece Film: Red y se estrenó coincidiendo con la transmisión del episodio número mil del Anime y el aniversario número veinticinco del Manga.
En Japón, la película ya es una de las más taquilleras en la historia de ese país y esto llevó al inevitable estreno en las salas de cine de occidente. Pero antes, hay que entender que esta película es prácticamente un musical animado, diseñado para promocionar la música de Ado, una popular cantante adolescente de J-Pop. Es así que esta cinta gira en torno a un personaje nuevo e insertado de una manera algo forzada en la extensa y barroca historia de One Piece.
Uta es una diva mundialmente famosa, demasiado parecida a la Belle de la hermosa cinta de Mamoru Hosoda, con todo y mundos virtuales. Luffy y sus amigos acuden al concierto de Uta y el chico elástico, comelón y sin inhibiciones, la reconoce casi que inmediatamente: Ella es nada menos que la hija adoptiva de Shanks, el Emperador del Mar de cabello rojo y mentor de Luffy. Supuestamente, Luffy y Uta vivieron su niñez juntos, rodeados de piratas. Ajá.
Lo que sigue no se puede revelar por aquello de los spoilers, pero basta con decir que tiene que ver con abandono, resentimiento, universos alternos, breves apariciones de personajes conocidos, una criatura poderosa y muchas, muchas, muchas, muchas canciones de J-Pop, las cuales, la verdad sea dicha, suenan casi todas igual y son exasperantes para todos aquellos que tengan más de trece años de edad.
Para ver One Piece Film: Red no es necesario verse los más de mil capítulos de la serie, ya que es relativamente fácil de seguir. Sin embargo, su narrativa caótica y frenética abruma y hace que no se aprecie del todo la bonita animación, plena de colorido.
Gracias al carisma de sus personajes la cinta logra sobrevivir, pero la antipatía de Uta y sus insoportables canciones que extienden innecesariamente el metraje, harán que quienes ingresan al universo de One Piece por primera vez con esta película, duden mucho en seguir el extenso camino que implica su conocimiento.
¿Es la mejor idea convertir a One Piece, un Manga y un Anime colmado de peleas, retos, misterios e intrigas en un musical acaramelado de J-Pop? ¡Por supuesto que no! De todas maneras, el tremendo éxito de esta película en Japón es un fuerte argumento en contra. Esperemos que los millones recaudados por esta película no motiven a Akira Toriyama para producir Dragon Ball: El musical.
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