Pese a que no cuenta el protagonista de la trilogía original, la nueva de Evil Dead no disgustará para nada a los fieles seguidores de esta reconocida saga sobre posesiones demoniacas.
Director: Lee Cronin
Alyssa Sutherland, Lily Sullivan, Mirabai Pease, Richard Crouchley, Nell Fisher
Los amantes del cine de terror quedamos con la boca abierta, cuando en 1982 llegó a las pantallas una pequeña, pero explosiva cinta llamada Evil Dead (Mala muerte en español). En ella, un grupo conformado por cinco estudiantes universitarios liderados por el joven Ash (Bruce Campbell) se refugian en una cabaña abandonada para pasar el fin de semana. Siguiendo las reglas narrativas de los slashers, se descubre un peculiar libro abandonado en la cabaña, acompañado de una grabación hecha por el arqueólogo dueño de la cabaña. Al reproducir la grabación, los estudiantes se enteran de que el libro es el Necronomicón Ex Mortis, una biblia satánica encuadernada en piel humana y escrita con sangre. Y en una situación tan absurda como terrible, el arqueólogo en la grabación pronuncia unas palabras obtenidas del “libro de los muertos” que despiertan a una serie de demonios que proceden a eliminar uno a uno de una manera grotesca y violenta a cada uno de los estudiantes.
Sam Raimi, su director, más tarde se convertiría en una leyenda de Hollywood (él dirigiría la trilogía original de El hombre araña). Pero con Evil Dead, logró algo imposible: hacernos reír y aterrarnos con la misma intensidad, en una especie de montaña rusa de emociones extremas. La cinta se convirtió casi que inmediatamente en un objeto de culto que contó con unos fieles defensores (como es costumbre, muchos críticos de cine la vilipendiaron, pero otros reconocimos su energía cruda y visceral).
Raimi, con un mayor presupuesto, se dispuso a hacer una secuela, que, en últimas, es más bien un remake de la película original. Evil Dead II (La sonrisa del terror en español), logra superar a su predecesora en paroxismo y en enfocarse más en el personaje de Ash (uno de los pocos Final Guys en la historia de los slashers), aprovechándose del histrionismo de Campbell y de una serie de situaciones surrealistas de las que es víctima.
Años más tarde llega una tercera parte muy arriesgada. Army Of Darkness (El ejército de la oscuridad), es un tributo de Raimi a la novela Un Yanqui en la corte del Rey Arturo de Mark Twain y al cine de Ray Harryhausen, donde se ubica a Ash en la Edad Media con una sierra eléctrica en reemplazo de su mano y donde se convierte en un caballero medieval que lucha contra demonios. Aunque es cierto que la secuela de Evil Dead es en realidad una película de Sword & Sorcery, lo cierto es que incluye varios momentos muy aterradores y es una experiencia colmada de adrenalina y mucha diversión, características del mejor cine Clase “B”.
Casi veinte años después, el uruguayo Fede Álvarez toma las riendas de Evil Dead y decide hacer un reboot que regresa a las raíces de la saga enclavadas en el terror y la posesión satánica. El resultado fue una película injustamente subvalorada que mantiene en alto los estándares logrados en las entregas anteriores. Los fieles seguidores de la saga la asumen como una secuela que, aunque no incluye realmente a Ash (este aparece en una escena postcréditos), hace parte del universo original. Lo cierto es que, entre la primera, la segunda y la tercera parte hay muchas contradicciones y sin sentidos que se perdonan por las intensas experiencias que significa verlas (también existen cinco videojuegos basados en la franquicia).
Raimi recupera a Ash con una serie conocida como Ash Vs. Evil Dead, en la que Ash regresa al presente para continuar en su lucha contra las personas poseídas por demonios con su icónica sierra eléctrica, esta vez con un grupo de inexpertos discípulos. Este fue un producto irregular que perduró por tres temporadas, pero que, la verdad sea dicha, mantiene algo de la magia, la sangre, el absurdo sentido del humor y momentos altamente espeluznantes.
Ahora es Lee Cronin (autor de El bosque maldito), quien retoma las premisas de Evil Dead, en un nuevo reboot/secuela que se aprovecha de lo planteado en El ejército de la oscuridad. Allí se advierte que existen tres biblias satánicas y eso nos lleva a pensar que los cincos estudiantes de la cinta original encontraron uno, los cinco de la cinta del 2013 de Álvarez encontraron el segundo, y los nuevos protagonistas han encontrado el tercero.
Estos ya no son cinco estudiantes. Son una familia conformada por Ellie (una estupenda Alyssa Sutherland) una madre soltera de tres hijos: Teresa (Mirabai Pease), Caleb (Richard Crouchley) y la pequeña Kassie (Nell Fisher). Para completar los cinco, llega de visita Beth (Lily Sullivan), la hermana menor de Ellie y tía de los niños, quien trabaja como ingeniera de sonido para bandas de Rock y que ha quedado embarazada en contra de su voluntad.
A esta familia ya no la encontramos en una cabaña abandonada sino en un apartamento perteneciente a un decadente edificio en la ciudad. En un acto algo irresponsable, la madre envía a los niños a comprar pizza mientras ella habla con su hermana sobre “cosas de adultos”. Inesperadamente ocurre un movimiento telúrico que sorprende a los niños en el garaje del edificio. El temblor abre un hueco en el suelo (título y premisa del primer largometraje de Cronin) y Caleb encuentra allí el peligroso libro y unas grabaciones en acetato. ¿Adivinen qué? El chico es un DJ aficionado y utiliza sus tornamesas para escuchar las grabaciones, lo que lleva a una nueva invocación de demonios.
Evil Dead: El despertar es básicamente la misma historia de Raimi y Álvarez contada otra vez, pero con diferentes personajes. Sin embargo, que ahora las víctimas ya no sean unos estudiantes odiosos e impertinentes y que ahora sea una mamá, una tía embarazada y un trío de niños, aumenta la sensación de peligro en proporciones astronómicas.
Más aún, cuando la madre es la primera poseída, y los hijos son perseguidos por ella haciendo un uso creativo de varios utensilios de cocina (la escena del rallador va a ser difícilmente olvidada) nos daremos cuenta rápidamente que los niños aquí no están exentos de una mala muerte, como las reglas de las cintas tradicionales de terror lo han determinado (Guillermo del Toro, el director de Mimic y El espinazo del diablo, ha sido otro de los infractores a esta regla ya no tan sagrada).
Como todas las versiones de Evil Dead, la cinta de Cronin es frenética, claustrofóbica y genuinamente aterradora. Pero esta es menos hilarante y mucho más sucia y perversa que sus antecesoras. Eso la convierte en una película que intenta reinventar más que imitar. Muchos extrañarán a Ash, quien es para Evil Dead el equivalente de Laurie Strode (Jamie Lee Curtis) para Halloween. Pero quizás ese es el mayor acierto de Cronin en esta triunfal resurrección, que dista muchísimo de la deplorable nueva versión del clásico de John Carpenter. Evil Dead: El despertar triunfa en asustarnos hasta la médula y en hacernos sentir que lo viejo por fin se hace nuevo en el cine de terror.
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