Un director de cine y un influencer se encuentran en una playa nudista gay y deciden embarcarse en un proyecto televisivo. Pero un sofá acaba con sus aspiraciones.
Dirección: Sebastián Silva
Jordan Firstman, Catalina Saavedra, Sebastián Silva
En algún momento, uno de los protagonistas de esta cinta habla de su proyecto como algo similar a Curb Your Enthusiasm, pero más positivo. La comedia de enredos Rotting in the sun sí guarda relación con la popular serie creada por Larry David, pero con más penes y mucho, mucho, mucho más oscura y nihilista.
Sebastián Silva se dirige a sí mismo e interpreta a Sebastián Silva, el director chileno de Crystal Fairy And The Magic Cactus, una cinta que supuestamente casi nadie vio, protagonizada por Michael Cera (la película existe de verdad). Silva está viviendo en Ciudad de México en la casa de un amigo llamado Mateo (Mateo Riestra), quien quiere convertir el lugar en un AirBnB.
En vez de estar trabajando en sus pinturas y en sus películas, Silva se la pasa consumiendo ketamina y Popper, leyendo al filósofo Emil Ciorán, durmiendo en su cama y buscando en internet como suicidarse con pentobarbital sódico. Aquí, el director tiene una actitud de “poeta maldito” o “artista tocado por el fuego”. En otras palabras, se considera “un alma sensible, atormentada e incomprendida”, pero en realidad es un arribista hipócrita, leve y egocéntrico, al igual que su amigo Hugo. Este es un retrato para nada favorable y más cuando entendemos que su personaje es una versión de él mismo.
Sebastián es cruel con su perro Chima, al que aparenta querer (Chima tiene la costumbre de comer porquerías) y es grosero y déspota con Vero, su ama de llaves (interpretada maravillosamente por Catalina Saavedra, la protagonista de La nana, otra cinta real de Silva). Vero va a ser la desencadenante de una serie de eventos desafortunados que, por aquello de los spoilers, no se pueden contar aquí.
Para escapar de su depresión y por consejo de Mateo, Sebastián hace un viaje a una playa nudista gay, un lugar repleto de hombres desnudos con sus penes bamboleándose en completa libertad. Silva muestra más penes en cinco minutos de su película, que en cualquier otra película mainstream en la historia del cine. Esa exhibición de miembros viriles, más las escenas de sexo real (oral, anal y con dildos), nos haría pensar que estamos ante una película porno, pero no es así. Pese a lo explícito de sus escenas, todo se siente realista y casual.
Mientras nada en el mar, Sebastián intenta rescatar a un hombre que se está ahogando y casi termina muerto en su fallida misión. El hombre en cuestión es un influencer llamado Jordan Firstman, famoso por sus videos de Tik Tok e interpretado por el influencer real Jordan Firstman. Estamos hablando de un hombre mucho más superficial y gay que Silva, pero para nada amargado. Él reconoce a su salvador como el director de Crystal Fairy And The Magic Cactus (él sí la vio) y, atraído por el director chileno, lo invita a trabajar juntos en un proyecto para la televisión.
Como si se tratara de un astuto predador, Firstman organiza encontrarse con Silva en Ciudad de México para una colaboración que quizás puede incluir algo de sexo. Al principio, Silva no soporta a la estrella de la internet vanidosa y auto referenciada, pero por cuestiones de índole económica, y algo de atracción también, termina aceptando la propuesta.
Silva le pide a Vero que lo ayude a sacar de la bodega de la azotea de la casa de Mateo un sofá para que Jordan se quede a dormir en él y es ahí cuando arrancan las situaciones que convertirán a Rotting in the sun en la versión gay y en las drogas de Curb Your Enthusiasm. También se podría afirmar que esta es una comedia de misterio detectivesco y una sátira a los problemas que se suscitan cuando se recurre a las aplicaciones que traducen del inglés al español, pero eso ya es revelar mucho.
Como postdata, hay una fantástica sorpresa que sí se puede revelar aquí. Pedro Peirano, coguionista de esta salvaje comedia con sexo real y exceso de desnudos frontales, es también uno de los creadores del programa infantil 31 minutos, además de ser la voz de Tulio Triviño.
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