El hombre de rostro y espíritu inquebrantable nos deja un legado de música, cine y poesía.
Kris Kristofferson, una de las figuras más influyentes de la música country y el cine, falleció a los 88 años en su hogar en Maui, Hawái, rodeado de su familia. Conocido por su excepcional capacidad como compositor, actor y poeta, Kristofferson marcó un antes y un después en la música y el cine estadounidense. Desde canciones como Me & Bobby McGee (que popularizara Janis Joplin) hasta grandes papeles en la gran pantalla, su vida fue un testimonio de versatilidad y talento inagotable.
Nacido el 22 de junio de 1936 en Brownsville, Texas, Kristoffer Kristofferson creció en el seno de una familia militar. Su padre, Lars, fue un alto oficial de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos., y la disciplina formó parte de su infancia. A pesar de tener una carrera militar esperada, Kristofferson decidió seguir su pasión por las letras. Graduado Phi Beta Kappa de Pomona College, ganó un prestigioso premio de redacción y obtuvo una beca Rhodes para estudiar literatura en la Universidad de Oxford, donde comenzó a componer y cantar.
A mediados de los años 60, Kristofferson dejó atrás una prometedora carrera militar para seguir el difícil camino de la música en Nashville, a pesar de la oposición de su familia. Cuenta la leyenda que se bajó de un helicóptero que aterrizó en la casa de Johnny Cash para presentarle una composición al legendario artista, la cual este llegaría a grabar. Ambos terminarían siendo grandes amigos.
Como compositor, revolucionó la música country con letras profundas, tristes e introspectivas cargadas de poesía. Su estilo fue descrito como una fusión de poesía romántica y narrativas populares que lo establecieron como parte del movimiento de los outlaws de la música country, junto a figuras como Johnny Cash, Waylon Jennings y Willie Nelson, con quien conformó el supergrupo The Highwaymen. Además de ser un gran compositor, Kristofferson también destacó como intérprete, lanzando varios álbumes y cosechando premios como tres Grammy Awards a lo largo de su vida.
Además de su exitosa carrera musical, Kristofferson también se aventuró en el cine. Su debut actoral llegó en The Last Movie (1971) dirigida por Dennis Hopper, pero fue en A Star is Born (1976), junto a Barbra Streisand, donde alcanzó la fama cinematográfica, ganando un Globo de Oro por su actuación (él reemplazaría a Elvis Presley a última hora). A lo largo de su carrera, trabajó con reconocidos directores y actores, incluyendo su participación en películas como Pat Garrett and Billy the Kid (1973) junto a Bob Dylan y Convoy (1978), ambas dirigidas por Sam Peckinpah; Alice Doesn’t Live Here Anymore (1974) de Martin Scorsese; Heaven’s Gate (1980) de Michael Cimino; Lone Star (1996) de John Sayles y la trilogía de Blade (1998-2004), una de las primeras sagas exitosas basadas en los superhéroes de Marvel, donde interpretó el papel de Whistler.
Kristofferson fue un defensor activo de los derechos civiles y las causas sociales. Su activismo lo llevó a pronunciarse en contra de la política exterior de Estados Unidos, y dedicó varias de sus canciones a temas de justicia social y paz. Tuvo tres matrimonios, incluido uno con la cantante Rita Coolidge, con quien tuvo una hija y una fructífera colaboración artística. Con su tercera esposa, Lisa Meyers, tuvo cinco hijos más, y juntos compartieron sus últimos años en Hawái.
Kris Kristofferson deja un legado que trasciende géneros y fronteras. Su habilidad para transformar la experiencia humana en canciones, y su contribución al cine, lo consolidaron como una de las figuras más influyentes del siglo XX. Además de su música y actuación, siempre será recordado por su humildad y su rostro y espíritu inquebrantable frente a los retos y desafíos.
Kristofferson pidió que en su lápida se escribieran las primeras tres líneas de la canción Bird on a Wire de Leonard Cohen:
«Como un pájaro en el alambrado,
Como un borracho en un coro de medianoche,
He intentado a mi manera ser libre»
Descansa en paz, Kris Kristofferson, un auténtico trovador de la vida.
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