
Bridget Jones: Loca por ti es la secuela que no sabíamos que necesitábamos con urgencia.
Director: Michael Morris
Renée Zellweger, Chiwetel Ejiofor, Leo Woodall, Hugh Grant, Colin Firth, Emma Thompson, Mila Jankovic, Casper Knopf

Desde su debut en 2001 con El diario de Bridget Jones, la saga de esta entrañable heroína ha cautivado al público con su torpeza, su encanto y su inquebrantable capacidad para encontrar el amor en medio del caos. Las dos primeras entregas fueron verdaderos fenómenos de taquilla, impulsadas por la química entre Renée Zellweger, Colin Firth y Hugh Grant. Sin embargo, las dos últimas películas, aunque de menor impacto mediático, han demostrado ser más maduras, interesantes y, en muchos aspectos, más conmovedoras que sus predecesoras. Bridget Jones: Mad About the Boy no es la comedia ligera y desbordante de gags que fueron las primeras, pero nos entrega una historia que no sabíamos que necesitábamos, tan dulce como el chocolate y tan tierna como un masmelo.

La cinta nos presenta a una Bridget que ha atravesado la tragedia de perder a su gran amor, Mark Darcy (Colin Firth), dejándola viuda con dos hijos. En este nuevo capítulo de su vida, se enfrenta al desafío de la maternidad, la viudez y la posibilidad de volver a encontrar el amor. Entre sus nuevas opciones sentimentales aparecen Roxster (Leo Woodall de One Day y The White Lotus), un joven sexy y encantador que despierta en ella una inesperada pasión, y el atractivo pero serio profesor de ciencias de sus hijos, Mr. Wallaker (Chiwetel Ejiofor). Entre estos dos hombres, Bridget navega con su característica torpeza y ternura, recordándonos por qué nos enamoramos de ella desde el principio.
Si bien Bridget Jones’s Baby logró rescatar la frescura de la franquicia después de una segunda entrega menos memorable, Mad About the Boy se siente diferente. Es menos ruidosa, más reflexiva, y aunque conserva su humor característico, hay una melancolía latente que la hace más auténtica. La madurez de Bridget es evidente, y aunque sigue siendo la mujer caótica que conocemos, ahora enfrenta dilemas más profundos. ¿Es posible enamorarse después de una pérdida tan grande? ¿Puede una mujer de mediana edad encontrar felicidad en una relación con alguien más joven? Estas preguntas se plantean con una sensibilidad que evita caer en clichés.
Renée Zellweger vuelve a demostrar que nadie podría interpretar mejor a Bridget. Aunque en algunas escenas parece distante, su actuación sigue siendo conmovedora y genuina. Su química con Woodall rezuma picardía y sensualidad, pero su relación con Ejiofor es más creíble y profunda. La verdadera sorpresa es Hugh Grant, cuyo regreso como Daniel Cleaver es un deleite absoluto. Su carisma es innegable y cada una de sus apariciones roba la escena, recordándonos lo vital que ha sido para la franquicia. Emma Thompson, en su breve pero efectiva intervención, añade toques de humor inteligente interpretando a la ginecóloga de Bridget.
A diferencia de las entregas anteriores, donde el romance era el centro absoluto de la trama, Mad About the Boy se enfoca más en el crecimiento personal de Bridget. Aunque hay romance, la película trata sobre cómo reconstruirse después de la pérdida y sobre cómo la vida sigue ofreciendo oportunidades inesperadas. No es una comedia desbordante de carcajadas, pero sí una película cálida, que deja una sonrisa en el rostro.
Si bien algunos críticos han señalado que la saga ha perdido energía, lo cierto es que esta entrega nos recuerda por qué Bridget Jones sigue siendo un personaje tan querido. Ya no es solo la joven que lucha con su peso, su trabajo y sus relaciones fallidas; ahora es una mujer que ha vivido, ha amado y ha perdido, y que aún así sigue adelante. Tal vez la película no sea perfecta, pero es un final (o tal vez un nuevo comienzo) a la altura del personaje que nos ha acompañado por más de dos décadas.
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