
Los hermanos Barrientos actualizan una de las series familiares más queridas de la televisión mexicana, sin traicionar su esencia y con un elenco renovado que apunta a nuevas generaciones.
Pocas series marcaron tanto a una generación de televidentes latinoamericanos como Papá Soltero, emitida entre 1987 y 1994, con César Costa como el entrañable padre de tres hijos. Décadas después, y en un panorama televisivo radicalmente transformado, la serie regresa de la mano de los hermanos Charlie “El Huevo” y Mauricio “El Diablito” Barrientos, quienes decidieron apostar por una actualización que mira al presente sin renunciar a la calidez del pasado.
¿Cómo abordaron el reto de actualizar una serie emblemática sin caer en una nostalgia vacía ni traicionar el espíritu original?
CHARLIE BARRIENTOS: Justamente manteniendo ese espíritu. Desde que presentamos la idea sabíamos que Papá Soltero era una serie familiar, una de las pocas que podían ver padres e hijos juntos. Crecimos viéndola, grabábamos los episodios, los veíamos una y otra vez. El mensaje de unión familiar fue lo que quisimos conservar. Esta nueva versión habla de una familia más actual, pero el corazón sigue siendo el mismo.
¿Qué transformaciones decidieron reflejar en esta nueva versión y cuáles conservaron como constantes emocionales?
MAURICIO “EL DIABLITO” BARRIENTOS: La serie original surge en una época con una visión distinta de la masculinidad, de la paternidad y sin redes sociales. Ahora el mundo cambió. Hay iPads, nuevas dinámicas familiares, cambios en la educación. Pero si algo quisimos conservar fue el tono de los personajes. Gumara — con Norma Angélica en reemplazo de Aurora Alonso —, el vecino —que en este caso lo interpreto yo en reemplazo de Octavio Galindo—, Pocholo… ¡Tenía que ser el mismo Pocholo! ¡José Luis Cordero! Eso era clave para que funcionara. Y aunque César Costa ya no esté, elegimos a Mauricio Ochmann como el nuevo papá soltero, porque entendimos que también hay que mirar hacia adelante.

Lo dijimos desde el principio: Sin Pocholo, no hay Papá Soltero. Es nuestro sello de certificación. También regresan Cesarín y Miguel, aunque ahora son cuatitos, y se suman Ana y María. La estructura familiar es más moderna, tipo “los tuyos, los míos y los nuestros”, pero los valores se mantienen.
¿Cómo fue el proceso de selección del nuevo elenco y de construcción de las nuevas historias?
MAURICIO: Queríamos que el casting transmitiera peso emocional y autenticidad. Norma Angélica como Gumara, Ana de la Reguera en los flashbacks como la madre fallecida… Buscamos intérpretes que le dieran solidez a los vínculos. La presencia materna era clave, incluso desde una dimensión onírica, como una guía para el personaje de César. Por eso también era tan importante tener un elenco que resonara con el público, tanto con los nuevos espectadores como con los que crecieron con la serie.

¿Qué tanto influyó la experiencia personal de ustedes como padres y como hermanos en la escritura?
CHARLIE: Muchísimo. Hay situaciones que sacamos de nuestras propias vidas. Lo que vivimos con nuestros hijos, con nuestras parejas. Hay algo muy íntimo y real en todo lo que planteamos.
MAURICIO: Están también los estupendos guionistas Esteban Garrido y Edgar Buendía que aportaron mucho de la vida y los cambios generacionales… Es curioso, cuando vimos los capítulos con mi hijo Oliver de 11 años y se quedó viendo los diez sin tocar el Fortnite. Ahí supimos que habíamos hecho algo bien.
¿Qué significa para ustedes rescatar un proyecto como este en un contexto tan distinto al de los años ochenta?
CHARLIE: Esto no es una adaptación, es una actualización. Es importante porque nos permite unir generaciones. Los remakes no solo sirven para traer de vuelta personajes, sino valores universales. Este tipo de televisión también transmite ideas sobre el respeto, el cuidado mutuo, la ternura. Queríamos recordar que esas cosas todavía importan, y que es posible hacer una comedia que no dependa del cinismo ni del sarcasmo para ser efectiva.
MAURICIO: Además, creemos que hacía falta una serie familiar en este momento. Cuando pensamos en otras producciones clásicas como Mi secretaria o La criada bien criada, dijimos: Papá Soltero es la que más conecta con el presente. Y ver a un niño de esta generación reírse con Pocholo o sentirse identificado con los conflictos de los hijos del nuevo papá, eso nos llena.

¿Y César Costa tuvo oportunidad de ver la nueva serie?
CHARLIE: Sí, y eso fue muy emotivo. César sigue siendo una figura fundamental para nosotros. Su presencia se siente, aunque no esté físicamente. Él ayudó con tips a marcar el tono de lo que Papá Soltero representa, los cuales aplicamos. En cierta forma, todo esto también es un homenaje a su legado.
MAURICIO: Bueno, por tiempos y otras cosas no pudimos incluir a César Costa dentro del elenco como Don Luis, pero Alexis Ayala hace un trabajo excelente en el papel que inicialmente iba para César Costa.
Finalmente, ¿cuál creen que es el mayor aporte de esta nueva versión?
CHARLIE: Que sigue cumpliendo la promesa de la serie original: Unir a la familia frente al televisor. No para aislarse, sino para compartir. Para hablar de lo que está pasando, para reír juntos. Eso no es nostalgia, es vigencia.
MAURICIO: Exactamente. Esta es una serie para que los niños crezcan con lo que crecimos nosotros. Y si logramos que una familia se siente junta a verla y se ría, entonces ya cumplimos nuestro objetivo.
Y ya que mencionaron a Mi secretaria, creo que esa serie se adelantó muchos años a The Office, deberían tenerla presente…
MAURICIO: ¡Sí! ¡Sí! El problema estaría en tener a un Pompín Iglesias…
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