El novicio rebelde (2025)

A lo largo de diez episodios, El novicio rebelde explora los valores de la amistad, la solidaridad y el amor a través de situaciones cómicas y absurdas. 

Hassam, Paola Rey, Diana Belmonte, Juan Pablo Barragán, Juana Arboleda, Rafael Zea, Carmenza González, Víctor Hugo Morant

La comedia dialéctica italiana, con su mirada aguda sobre las contradicciones sociales, y las comedias costumbristas españolas, mexicanas y colombianas, han sido vehículos perfectos para abordar las tensiones entre lo popular y lo político a través del humor. En la serie El novicio rebelde, se puede reconocer una clara herencia de este tipo de comedia, especialmente en la forma en que se presentan personajes que, aunque profundamente imperfectos, terminan por ganarse la simpatía del espectador.

Una de las figuras clave que marca este tipo de narrativa es Don Camilo, el personaje central de los relatos de Giovannino Guareschi. Al igual que las adorables películas protagonizadas por Fernandel que mezclan la sátira política con situaciones de comedia popular, El novicio rebelde (cuyo título hace referencia a cómo se conoció en latinoamérica el legendario musical The Sound of Music), adopta una estructura similar en la que el humor se utiliza como una forma de crítica social. Este tipo de sátira, que se mueve entre lo cómico y lo reflexivo, es una tradición que también tuvo su eco en la serie italiana (protagonizada por Terence Hill) y la versión colombiana (con Carlos “El Gordo” Benjumea) basadas en los relatos de Guareschi.

La comedia de enredo We’re No Angels (con Humphrey Bogart en 1955 y Robert De Niro en 1989), en la que unos maleantes se hacen pasar por curas, también resuena mucho en esta serie. Aquí, el protagonista es un ladrón que se ve envuelto en circunstancias absurdas que lo llevan a pasar por un seminarista, mientras maneja una serie de dilemas que lo humanizan gradualmente, haciéndolo más cercano al espectador. El novicio rebelde, al igual que las dos versiones de We’re No Angels, explora cómo los personajes, inicialmente motivados por el engaño, terminan transformándose a través de sus interacciones con el «bien» representado por figuras religiosas, lo que da paso a una evolución moral. Aunque su protagonista es un ladrón, demuestra tener un corazón puro y en su intento por salvar su vida, se encuentra con la redención, mientras mantiene su esencia popular y callejera.

Al igual que las figuras de Capulina, Tin Tan, Cantinflas y Chespirito, que lograron entrar en la memoria colectiva del público latinoamericano a través de su humor blanco, sencillo y su capacidad para representar personajes humildes, Hassam encarna una tradición cómica que se resiste a morir, aunque muchos críticos lo encuentren insufrible por los estereotipos que presentó en cintas como Güelcom tu Colombia, Sana que sana y las dos parodias de James Bond conocidas como Ñero Ñero 7. Su alter ego, Rogelio Pataquiva, es un personaje de dientes negros, feo, humilde, escandaloso, torpe e ingenuo, que representa a un antihéroe que surge de las clases populares colombianas. La comedia de Hassam, aunque subestimada por algunos, continúa siendo querida por un público fiel que la consume en secreto, a veces con la risa contenida, pero siempre con cariño.

La serie se nutre de una tradición que tiene sus raíces en títulos emblemáticos de la comedia colombiana, como Mamagay, una sátira política protagonizada por Humberto Martínez Salcedo (guionista de Sábados felices) que también se destacó por su irreverencia y su capacidad para hablar de temas serios a través del humor. A pesar de que El novicio rebelde se enfoca en un público más joven y con una estructura más familiar, no deja de recordar al espectador esa tradición cómica que se burla de las instituciones, como lo hacía en su mejor momento Sábados felices, el programa más longevo de la televisión mundial, del cual Hassam formó parte.

El tono de la serie se caracteriza por una mezcla de inocencia y crítica social, que no renuncia a los estereotipos pero los utiliza como herramientas para hablar de la vida en los barrios. Los personajes, aunque previsibles en algunos casos, están impregnados de una magia especial, una especie de «nostalgia de lo simple» que recuerda la grandeza del cine mudo de Chaplin, la burla de Totó y la ternura de Fernandel. Este tipo de comedia, a menudo tachada de «acartonada» o «simple», tiene una cualidad especial: su capacidad de conectar emocionalmente con los espectadores, especialmente con aquellos que crecieron con personajes como El Chavo del 8 y las películas de Cantinflas.

A lo largo de sus 10 episodios, Rogelio debe navegar entre la mentira y la verdad mientras enfrenta las complicaciones de su nueva vida, que le trae amistad, solidaridad e incluso amor. El elenco, encabezado por Hassam y Paola Rey, se complementa con una serie de actores que aportan un equilibrio entre lo cómico y lo dramático, como Víctor Hugo Morant (el recordado “puchis” de la serie Dejémonos de vainas). 

La mezcla de lo urbano y lo rural, sumada a las locaciones de barrio bogotano (siguiendo la tradición de Don Chinche y Romeo y buseta), hace de El novicio rebelde una serie que no solo es cómica, sino también profundamente colombiana, conectando con la identidad del país. Pese a los estereotipos, la exageración y la sobreactuación, se crea un universo de comedia absurda que no pierde la emoción humana en el camino. La estructura de la serie, que al principio parece simple, se va enriqueciendo conforme avanza, con personajes que muestran un crecimiento real, alejado de la vulgaridad a la que se les asocia.

El novicio rebelde es una serie ligera e inocente que, a través de la risa fácil, trata temas profundos como la fe, la moralidad, la redención y la vida en los barrios populares colombianos. Si bien la crítica social está presente, no se convierte en una carga para el espectador; en cambio, se ofrece como una oportunidad para reflexionar sobre la realidad del país desde la perspectiva de un humor popular, que, en tiempos oscuros y decadentes, se convierte en un verdadero acto de resistencia. A través de Rogelio, El novicio rebelde nos muestra que, incluso en la comedia más absurda, hay algo de verdad y, sobre todo, hay algo de humanidad.

Sobre André Didyme-Dôme 1967 artículos
André Didyme-Dome es psicoterapeuta y periodista. Se desempeña como editor de cine y TV para las revistas ROLLING STONE Y THE HOLLYWOOD REPORTER EN ESPAÑOL y es docente universitario; además, es guionista de cómics para MANO DE OBRA, es director del cineclub de la librería CASA TOMADA y conferencista en ILUSTRE. Su amor por el cine, la música pop y rock, la televisión y los cómics raya en la locura.

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