El Western clásico, el Spaghetti y el Western crepuscular se fusionan en la nueva obra maestra de los hermanos Coen.
Dirección: Ethan Coen, Joel Coen
Tim Blake Nelson, James Franco, Tom Waits, Zoe Kazan
El Western, el género cinematográfico auténticamente norteamericano, se niega a morir. Las películas sobre el lejano oeste del primer siglo del séptimo arte, protagonizadas por Tom Mix, John Wayne, Alan Ladd, Gary Cooper y James Stewart, mostraban a unos jinetes solitarios expertos en el arte de disparar, los cuales salvaban a damiselas en peligro y se enfrentaban a los malvados (en su mayoría nativos americanos), en duelos y/o tiroteos.
La saturación del Western en el cine y la televisión lo llevó prácticamente a su extinción, hasta que los italianos resucitaron el género con una lectura brutal y desencantada del oeste norteamericano, con antihéroes protagonizados por Clint Eastwood, Franco Nero y Lee Van Cleef.
El éxito del llamado Spaghetti Western llevó a que el género volviera a Estados Unidos, ahora con unos ideales cambiados (los héroes ya no son héroes y los nativos americanos pasan de ser las víctimas en lugar de los villanos) y el oeste agreste y brutal reemplaza a la idealización de los inicios, en lo que se conoce como Western crepuscular.
Los hermanos Coen, quienes ya habían incursionado anteriormente en el western con el remake de la cinta True Grit, intentan fusionar las tres vertientes del género con una película antológica llamada La balada de Buster Scruggs, y el resultado es una nueva obra maestra para unos directores que no se cansan de producir obras maestras.
Conformada por seis episodios que no guardan relación entre sí, excepto que todos se desarrollan en el salvaje oeste, esta cinta fue acogida por Netflix en una época en el que este tipo de experimentos ahuyenta a un público que solo quiere productos probados e insulsos en las pantallas de cine enclavadas en los centros comerciales.
El primer episodio es el que le da título a la película, con Tim Blake Nelson interpretando al intrépido y letal vaquero Buster Scruggs. Aunque a Buster le gusta cantar en su caballo a la manera de ese otro vaquero cantante llamado Roy Rogers, la diferencia radica en que Buster es un asesino despiadado que no dejará títere con cabeza cuando llegue al saloon de un pueblo aledaño a Monument Valley. En ese momento Buster es más un Django o un Sabata, que un Rogers.
El segundo episodio titulado Near Algodones, nos muestra a James Franco como un bandido condenado a la horca y cuyo caballo lo pondrá en una situación de vida o muerte.
El tercer episodio (el más perturbador de todos) se llama Meal Ticket, y en él, un hombre encargado de un espectáculo itinerante (Liam Neeson) le presenta a los habitantes de los pueblos que visita su única atracción: un recitador sin brazos ni piernas (Henry Melling) que recibe el nombre de “El Artista”. La resolución de esta historia es tan simple como violenta.
El cuarto episodio, All Gold Canyon, nos presenta a un solitario gambusino (un excelente Tom Waits) tratando de buscar oro hasta que su soledad es asaltada en un cuento de codicia y supervivencia.
En The Gal Who Got Rattled, los Coen cuentan la historia de una mujer (Zoe Kazan), su hermano y un perrito bullicioso, quienes inician un largo viaje como parte de una caravana para buscar un mejor prospecto de vida. Cuando el hermano muere, la mujer busca la protección del rudo pero noble Billy Knapp (Bill Heck). Lo que en apariencia podría verse como una historia de amor en un contexto hostil, en las manos de los Coen se convierte en un relato cruel y cínico pero con el humor característico de estos directores.
El último episodio titulado The Mortal Remains, incluye a tres pasajeros de una diligencia: un trampero (Chelcie Ross), un francés elitista (Saul Rubinek) y la esposa de un soldado (Tyne Daly), quienes se rehúsan a asumir su destino final, pese a los comentarios y las afirmaciones de sus guías (encarnados por Brendan Gleeson y Jonjo O’Neill. Este episodio logra amalgamar la fuerza del monólogo final de No Country For Old Men con el segmento final del clásico de la comedia The Meaning Of Life de Monty Python.
El inicio de la antología con una historia ligera y llena de acción, para luego terminar con un episodio denso y conformado por una conversación realizada en una sola locación, puede llegar a abrumar un poco. Pero como un todo, La balada de Buster Scruggs es un trabajo que reúne los mejores aspectos del western y, gracias a las ideas que conectan a todas las historias y que tienen que ver con el absurdo de la vida y la inminencia de la muerte, los Coen han creado una nueva vertiente del género: el Western existencial.