Una película onírica y de una gran belleza que exaltó la rebeldía juvenil por primera vez en el cine.
Director: Jean Vigo
Jean Dasté, Robert Le Flon, Delphin, Du Verron
Jean Vigo, un director que falleció a la edad de 29 años y que dejó una filmografía conformada de tan solo un largometraje y tres cortos, es considerado por muchos como uno de los más grandes autores del cine francés.
Cero en Conducta, con una duración de 44 minutos, es quizás la primera película acerca de la rebeldía juvenil, temática que ha sido abordada en los clásicos The Blackboard Jungle, Les 400 Cents Coups, Rebel Without a Cause, If… y The Wall. Se desarrolla en una institución educativa onírica y surrealista, en donde los objetos cobran características mágicas y cuyo director es una especie de enano con un gran sombrero.
Esta película, que fue prohibida en Francia en 1933 y no fue estrenada en ese país sino hasta después de la Segunda Guerra Mundial, incluye una de las escenas más bellas y más conocidas en la historia del cine: una pelea de almohadas en la que las plumas, gracias a la cámara lenta, se convierten en una tormenta ensoñadora que simboliza la anarquía, la sensualidad y la libertad.
La personalísima dirección de Vigo, la encantadora fotografía de Boris Kaufman (hermano de Dziga Vertov), la hermosa dirección de arte del documentalista belga Henri Storck y la extraña música de Maurice Jaubert (con efectos reversibles), hace de este mediometraje todo un clásico que ningún amante del cine debe perderse.