¿Cuál es la verdadera razón para reciclar un clásico? La versión hiperrealista pero poco original de El rey león, evidencia un cínico interés monetario.
Director: Jon Favreau
Con las voces de Donald Glover, Beyoncé Knowles, James Earl Jones, Seth Rogen, Billy Eichner, Chiwetel Ejiofor, John Oliver, Alfre Woodward, Florence Kasumba
La archiconocida película animada de El rey león, realizada en 1994, hizo parte de un período conocido como “el renacimiento de Disney”, del cual también hicieron parte La sirenita, La bella y la bestia, Aladdin y Pocahontas.
A menudo se le acredita como la primera película animada de Disney que parte de un guion original y que no constituye la adaptación de un relato literario, pero dicha afirmación no es del todo cierta. El rey león está fuertemente influenciada de la obra Hamlet de William Shakespeare, y robó de manera descarada muchísimos elementos del manga y el anime Kimba, el león blanco, producido en 1953 por Osamu Tezuka. Pero lo cierto es que El rey león fue todo un éxito cinematográfico con el que toda una generación lloró y se emocionó una y otra vez.
Ahora la historia de ese león destinado a ser rey de la selva y que es traicionado por su malvado tío, es parte de una ambiciosa estrategia comercial por parte de Disney, de convertir prácticamente todos sus clásicos animados en versiones de acción real para apelar tanto a los chicos interesados en la novedad, como a los adultos ávidos de nostalgia.
Lo primero que se debe admitir de esta versión hiperrealista de El rey león, dirigida por Jon Favreau (la persona detrás del éxito de las películas de Iron Man),es que es toda una maravilla tecnológica. El realismo de los animales parlantes de esta cinta deja muy atrás a cintas como Babe: El cerdito valiente e inclusive a la nueva y reciente versión de El libro de la selva (también realizada por Favreau). Pero lo que diferencia a estas dos cintas de la fiel copia plano por plano de la cinta del 94, es que poseen corazón, alma y originalidad.
El error fundamental con la versión en acción real de El rey león, es que no aporta nada nuevo con respecto a la historia desarrollada en la fuente original. Inclusive las canciones son las mismas (hay un tema “nuevo” de Beyoncé llamado Spirit, el cual suena como un producto genérico, y un “nuevo” tema de Elton John llamado Never Too Late, que parece un autoplagio de Don’t Go Breaking My Heart). Asimismo, pese al dedicado trabajo de James Earl Jones (quien interpretó también a Mufasa en la cinta animada), Donald Glover (Simba), Seth Rogen (Pumba), Billy Eichner (Timón), John Oliver (Zazu), Alfre Woodward (Sarabi), Shenzi (Florence Kasumba) y, especialmente, Chiwetel Ejiofor (Skar), el hiperrealismo visual de los animales no les permite transmitir la vida, las emociones y los sentimientos logrados gracias a la técnica del dibujo animado tradicional.
Aquí de nuevo surge la pregunta formulada después de ver las nuevas versiones de La bella y la bestia y Aladdin, acerca de la verdadera necesidad detrás del reciclaje de un clásico animado. La respuesta no va más allá de un cínico interés monetario, el cual, tristemente, rinde sus frutos.