En 1989, un joven de 25 años de edad, ingresó armado a la Escuela Politécnica de Montreal y comenzó a dispararle a las mujeres que estudiaban y trabajaban en el lugar. El director Denis Villeneuve hace una impresionante recreación de los hechos.
Director: Denis Villeneuve
Maxim Gaudette, Sébastien Huberdeau, Karine Vanasse
El 6 de diciembre de 1989, Marc Lépine, un joven de veinticinco años de edad armado con un rifle semi-automático, entró a un salón de clase de la Escuela Politécnica de Montreal. Separó a los hombres de las mujeres y después de decir que estaba “luchando contra el feminismo”, le disparó a las nueve mujeres del aula. Luego recorrió el campus de la institución disparando a las mujeres que encontraba a su paso. Antes de suicidarse, disparó contra veintiocho mujeres, matando a catorce de ellas.
Denis Villeneuve, el talento más interesante en emerger de su nativa Canadá, realiza una recreación de los hechos en su película Polytechnique, un trabajo tensionante, sombrío y de estructura meticulosa, que bien puede compararse con Elephant, esa otra excelente reconstrucción de unos sucesos similares (ocurridos en la secundaria de Columbine), y que llevó a cabo el director Gus Van Sant.
En un hermoso blanco y negro que también sirve para no impresionar al público por el exceso de sangre, y ayudarlo a enfocarse en el drama humano, Villeneuve nos muestra, desde la primera escena, cómo el terror surge de una manera repentina en medio de las rutinas cotidianas de los espacios institucionales, algo que muchos años después de la masacre de Montreal, no ha dejado de suceder en otros lugares una y otra vez.
Aunque es necesario reconocer el estupendo desarrollo formal de la película de Villeneuve, es también importante y pertinente reconocer su propuesta ética. Más que intentar explicar o tomar un camino moral frente a los acontecimientos, el director (quien escribió el guion junto a Jacques Davidts y Eric Leca), se centra en un juego con el tiempo que permite aproximarnos a las causas y las consecuencias de lo ocurrido. Asimismo, los personajes ficticios (inspirados en los protagonistas reales), con sus dinámicas, actitudes, acciones y reacciones, intentan dar cuenta de la irracionalidad inherente a semejante acto.
El actor Maxim Gaudette, interpreta al asesino de una manera serena, metódica e impasible, mientras explica con la lectura de una carta, los motivos que llevaron a su personaje a asesinar a las mujeres estudiantes y profesoras de la institución. Pero la cinta se enfoca en dos de sus víctimas: El primero es Jean-François (Sébastien Huberdeau), un estudiante que no sabe cómo enfrentarse a la situación y que intenta ayudar, o por lo menos, sentir empatía frente a lo que le sucede a sus compañeras. La segunda es Valérie (Karine Vanasse), una estudiante que primero es humillada por un profesor machista y misógino, en una entrevista de solicitud para estudiar aeronáutica, para luego tener que enfrentarse a un hombre que la quiere matar por el hecho de ser una mujer universitaria.
Mientras que el primero no logra salir cuerdo de la situación, la segunda logra recuperar su vida y lograr sus objetivos. Con Polytechnique, Villeneuve denuncia una falta de sentido recurrente en nuestras sociedades contemporáneas y propone que, incluso en las condiciones más extremas de deshumanización y sufrimiento, el ser humano puede (y debe) encontrar una razón para seguir.
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