Lo que puede pensarse como una versión inferior de La Femme Nikita, es en realidad un intento desesperado de Luc Besson por recuperar su reputación como uno de los grandes directores del cine de acción de los noventa.
Director: Luc Besson
Sasha Luss, Cillian Murphy, Helen Mirren, Luke Evans
En 1990, el francés Luc Besson dirigió una espectacular película de acción llamada La Femme Nikita, en la que Anne Parillaud interpretó a una delincuente quien, en vez de ser encarcelada, es entrenada para convertirse en una espía y asesina letal.
Luego de ese triunfo tanto de crítica como comercial, Besson dirigió su obra maestra El perfecto asesino, con una precoz Natalie Portman, y El quinto elemento, una estrafalaria cinta de ciencia ficción protagonizada por Milla Jovovich, la futura estrella de la saga de Resident Evil.
Sin embargo, después de esa racha de éxitos, Besson perdió su toque. La evidencia está en una serie de películas anodinas como lo fueron Juana de Arco, Angel-A, Arthur y los Minimoys, Las extraordinarias aventuras de Adèle Blanc-Sec, Amor, honor y libertad, Una familia peligrosa, y Lucy.
Luego del mega-fracaso que significó la adaptación cinematográfica del cómic Valerian (una cinta no tan mala, por cierto), Besson intenta regresar a sus orígenes con Anna, una película que, si no tuviera a su director en los créditos, sería acusada de ser una burda copia de La Femme Nikita.
Sasha Luss, la actriz y modelo nacida en Magadán, Rusia (y a quien vimos en un papel secundario en Valerian), encarna a Anna, una delincuente rusa en los años noventa, quien es entrenada por la KGB para convertirse en espía y asesina mientras que, al mismo tiempo, trabaja encubierta como modelo.
El problema de la premisa de Besson no radica únicamente en su acto de auto-plagio. La Femme Nikita tuvo un remake estadounidense llamado Point of No Return y una serie de televisión que se mantuvo en el aire por cinco temporadas. Tampoco podemos olvidar a la espía interpretada por Jennifer Garner en la serie Alias, a la espía seductora encarnada por Jennifer Lawrence en Red Sparrow y a Black Widow, la letal espía rusa del universo Marvel, interpretada por Scarlett Johansson (quien además hizo el papel de superheroína en la cinta Lucy de Besson).
Todo esto lleva a que Anna se sienta como un producto recalcitrante y muy poco original. Sin embargo, el elenco de apoyo conformado por actores de la talla de Helen Mirren (Olga, la curtida y astuta agente de la KGB), Luke Evans (Alex, el agente de la KGB que termina enamorándose de Anna) y Cillian Murphy (Miller, un agente de la CIA que también sucumbe ante los encantos de la espía), ayudan muchísimo a la cinta. Del mismo modo, las elaboradas secuencias de acción (la gran fortaleza de Besson), especialmente la escena en la que Anna utiliza todos los utensilios que encuentra en un restaurante para aniquilar a sus enemigos, convierte a esta cinta en todo un placer culposo.
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