Un hombre se une a un grupo de adultos que quieren denunciar a un sacerdote que abusó de ellos cuando eran niños, en la nueva y poderosa cinta del director de La piscina y Joven y Bonita.
Director: François Ozon
Melvil Poupaud, Denis Ménochet, Éric Caravaca, Swann Arlaud, Bernard Verley, François Marthouret
Por la gracia de Dios, basada en hechos reales, cuenta la historia de Alexandre Guérin (Melvil Poupaud), esposo y padre de cinco hijos y un hombre profundamente religioso, quien cuando era pequeño y hacía parte de los Boy Scouts, fue abusado sexualmente en repetidas ocasiones por el sacerdote Bernard Preynat.
Años después, Guérin queda perplejo al darse cuenta que Preynat no ha pagado por sus actos y que continúa campante ofreciendo misas y trabajando con niños. Su historia, sin embargo, se conecta con la de muchos hombres que fueron abusados sistemáticamente por el religioso cuando eran niños. Es así que Guérin pasa a formar parte de un grupo de adultos que se une para denunciar sus casos, los cuales llevan más de veinte o treinta años en la impunidad y que han sido encubiertos de manera constante por las autoridades eclesiásticas.
La última película del prestigioso director francés François Ozon, el cual no es ajeno a la controversia, fue estrenada en Francia con una fuerte oposición por parte de la Iglesia católica. Inspirado en la página web de La Parole Libérée, en la que este grupo de antiguos miembros de los Boy Scouts hacen públicas sus denuncias, Ozon seleccionó más de setenta testimonios (entre ellos el de Guérin), se reunió con gran parte de las víctimas del padre Preynat, y decidió llevar a algunos de los casos a la pantalla grande.
En clave de cinta de suspenso y drama social y con ecos de Spotlight, la estupenda película sobre una serie de eventos muy similares a los denunciados aquí, Por la gracia de Dios, también nos cuenta la historia de otros abusados como François Debord (un magnífico Denis Ménochet), Emmanuel Thomassin (Swann Arlaud) y Gilles Peret (Éric Caravaca), hombres que, al igual que Guérin, han intentado dejar atrás su pasado, pero este les ha cobrado un alto precio emocional en sus vidas presentes. El título original (Gracias a Dios), hace referencia a una frase emitida por el Cardenal Barbarin (François Marthouret), en el que agradece a Dios por que los casos hayan prescrito por su antigüedad.
Esta es una cinta atípica de Ozon, ya que, a lo largo de su carrera, este autor ha abordado la sexualidad humana de un modo transgresor, inclinándose especialmente por el despertar sexual de los adolescentes, lo cual lo ha llevado a ser el blanco del público moralista. ¿Es este un acto de contrición de parte de Ozon? El director ha tratado de hacer una película justa, pero poco transgresora y con un sesgo moralista que antes no se había visto en la obra del prolífico autor y que no ahonda en la psique del victimario, sino poniéndose del lado de las víctimas. Sin embargo, esta es una labor noble y necesaria. A partir de su estreno, otros hombres como Guérin, han visto la película, se han armado de valor y han denunciado sus casos.
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