Los sobrantes del catálogo musical de la agrupación ABBA, se reciclan en una secuela innecesaria.
Dirección: Ol Parker
Lily James, Amanda Seyfried, Pierce Brosnan, Colin Firth
En el 2008, la adaptación cinematográfica del musical Mamma Mia!, que contaba una simpática historia sobre paternidad responsable (la cual servía como pretexto para explotar los éxitos de esa fábrica demoníaca de música Pop perfecta llamada ABBA), se convirtió en un estruendoso éxito de taquilla. Por esta razón, se decide desempolvar el catálogo olvidado de la agrupación sueca y utilizar las canciones que no fueron parte de la película original, para realizar una secuela y repetir el triunfo de su predecesora. Lastimosamente, no es así.
La historia de Mamma Mia! Vamos otra vez, no es más que una serie de viñetas conectadas de manera forzosa para darle sentido a las letras de las canciones de ABBA a utilizar. Primero que todo, hay que informar que Donna Sheridan, la protagonista de la primera parte y la principal responsable de la magia que hay en ella gracias a Meryl Streep, aquí ha pasado a mejor vida. Esto resulta ser algo fatal para la secuela y nos recuerda la desilusión causada por el cambio de protagonista en Home Alone 3 o por el anuncio de Val Kilmer como reemplazo de Michael Keaton en Batman. Sin embargo, Streep hace una aparición especial al final de la cinta, así que no todo está perdido ¿o sí?
La hija Sophie (Amanda Seyfried) busca continuar con el legado de su madre reabriendo el hotel de su madre. Para ello cuenta con la ayuda de Fernando Cienfuegos, un latin lover veterano y de Rosie y Tanya, las mejores amigas de Donna (encarnadas por Julie Walters y Christine Baranski).
Por medio de flashbacks, se nos cuenta cómo Donna llegó a Grecia, ahora interpretada con mucha belleza y carisma por Lily James (Cenicienta). También se nos muestra la gran amistad que tuvo con Rosie y Tanya en su juventud (las también bellísimas y carismáticas Alexa Davies y Jessica Keenan Wynn) y se relatan los encuentros de Donna con Sam, Harry y Bill, los “tres padres” de su hija, los cuales aquí son interpretados por los apuestos Jeremy Irvin, Hugh Skinner y Josh Dylan, como reemplazo de las versiones veteranas encarnadas por Pierce Brosnan, Colin Firth y Stellan Skarsgård , respectivamente).
Volviendo al presente, nos enteraremos que Sophie está embarazada de su novio Sky (Dominic Cooper) a quien le han ofrecido un trabajo en Nueva York, muy lejos de Grecia, de cómo los “tres padres” dejan sus ocupaciones para darle apoyo a su hija, y conoceremos a la abuela de Sophie, encarnada por la veterana diva de la canción Cher.
La película a cargo de Ol Parker (en reemplazo de Phyllida Lloyd, la directora de la cinta original), no logra asumir la pérdida de Streep y se limita a hacer que todo luzca bonito (tanto los escenarios como los personajes parecen retocados en exceso con Photoshop), y las interpretaciones de los temas de ABBA como I Have a Dream, Dancing Queen, Angel Eyes, Kisses of fire o Super Trouper carecen de la fuerza y el encanto de la primera parte.
Como resultado, Mamma Mia! Vamos otra vez, parece una especie de karaoke de alto presupuesto, que no logra cautivar y que nos hace pensar si no hubiera sido mejor haber hecho un musical con el catálogo de los Bee Gees y con una historia diferente.
