Isabelle Huppert vuelve a deleitarnos interpretando a una actriz que padece un cáncer terminal y que trata de controlar el futuro de sus allegados.
Director: Ira Sachs
Isabelle Huppert, Marisa Tomei, Jérémie Renier, Brendan Gleeson, Greg Kinnear
El director norteamericano Ira Sachs (Forty Shades of Blue), intenta darle un espacio ideal a sus actores para que den lo mejor de sí, en Frankie un drama coral (muy cercano a una experiencia teatral), basado en un guion escrito por él, en conjunto con Mauricio Zacharias (colaborador habitual de Sachs en cintas como Little Men y Keep The Lights On).
Frankie es un título que alude al nombre con el que sus allegados se refieren a su protagonista, una reconocida actriz veterana llamada Françoise Crémont (interpretada por la gran Isabelle Huppert). Frankie ha decidido viajar a Sintra, una hermosa villa ubicada en Portugal (bellamente fotografiada por Rui Poças), junto con algunas de las personas más cercanas a ella, para ultimar algunos detalles relacionados con su vida.
Frankie tiene un cáncer terminal y le queda muy poco tiempo de vida. Es por eso que ella quiere dejar todo en orden (de acuerdo a sus deseos) antes de partir. Frankie quiere que su hijo Paul (Jérémie Renner), conozca y se case con Ilene (Marisa Tomei), una gran amiga de ella. Sin embargo, Ilene tiene un novio, el cual es Gary (Greg Kinnear), un prestigioso director de fotografía, que quiere debutar como director y que desea que Frankie protagonice su primera película.
Michel (Pascal Greggory), el primer esposo de Frankie, le reveló que era gay ante su sorpresa. Sin embargo, ella lo invita a compartir su paseo por Sintra junto con los demás. Jimmy, su segundo esposo (Brendan Gleeson), comparte gran parte de su estancia en Sintra con Michel reflexionando sobre el sentido de la vida y las relaciones. Asimismo, Sylvia (Vinette Robinson), la hijastra de Frankie, está aprovechando el viaje para tomar la decisión de abandonar o no a su esposo Ian (Ariyon Bakare).
Lo que en un principio se entiende como la historia de una mujer que quiere que las personas que la rodean hagan lo que ella quiere, inclusive después de que ella ya no esté en sus vidas, no llega a desarrollarse. La película de Sachs termina convirtiéndose en una serie de momentos aislados, los cuales se limitan a mostrar las interacciones entre sus personajes. Algunas son fascinantes (como las de Jimmy y Michel), otras son francamente tediosas (como las de Sylvia e Ian). La recomendación para apreciar mejor a Frankie, consiste en disfrutar las estupendas y delicadas interpretaciones de su elenco y dejar a un lado la intenciones malogradas y los objetivos inconclusos planteados por la historia en la que los personajes supuestamente están inmersos.
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