Desde Venezuela nos llega una película policíaca de acción y suspenso con una buena premisa inicial, pero que colapsa gradualmente hasta convertirse en un disparate insoportable.
Director: Carlos Daniel Malavé
Alexander Da Silva, William Goite, José Roberto Díaz, Carlos Antonio León, Alexandra Braun, Karina Velásquez
Un policía llamado Eloy González (Alexander Da Silva) se convierte, en contra de su voluntad, en cómplice de un intento de robo perpetrado por sus colegas corruptos. Cumple su condena en la cárcel, dejando a su esposa Sabrina (Karina Velásquez) y a su pequeño hijo, al cuidado de su padre (Arnoldo Betancourt), un ex policía corrupto. Al salir de prisión el también corrupto alcalde Rojas (William Goite), intenta comprar su silencio, pero Eloy se rehúsa a aceptar dinero.
Tiempo después, a Eloy le ofrecen un trabajo como guardia de seguridad para un camión blindado que supuestamente transporta doce millones de dólares. Lo que el honesto Eloy no sabe es que el alcalde Rojas, en conjunto con Frank D’Acero (Carlos Antonio León), planean robar el camión y estafar al seguro, reportando doce millones de pérdida en lugar del millón que realmente se transporta, y de paso, eliminarlo. Sin embargo, el tiro les sale por la culata, ya que Eloy termina huyendo con el dinero, convirtiéndose en fugitivo de la ley.
Esta es la premisa de Blindado, la novena película del director venezolano Carlos Daniel Malavé (Las caras del diablo 1 y 2), y en apariencia promete ser una película sobre crímenes al mejor estilo de los trabajos de Michael Mann o Guy Ritchie, pero no es así.
Blindado es una cinta con muchos “demasiados”: Es demasiado larga para lo que es (una cinta de acción clase “Z”); contiene demasiados personajes para captar el interés del espectador (y estos son demasiado malos, demasiado honestos, demasiado ingenuos o demasiado estúpidos para ser creíbles); la trama incluye demasiada truculencia (si se hubiera mantenido lo más simple posible, hubiera sido más efectiva); los diálogos son demasiado estúpidos (parecen sacados de una telenovela del mediodía); las secuencias de acción son demasiado baratas y anticlimáticas (se siente la falta de recursividad e imaginación a la hora de coreografiarlas, algo que un director como Robert Rodríguez hubiera ejecutado con los mejores resultados y con la mitad del presupuesto); y, en últimas, la película es demasiado mala como para generar un efecto camp.
Son tantos los disparates cometidos en esta película, que hace ver a Dolemite como una cinta de Scorsese. Los amantes del género policíaco se retorcerán en sus sillas y pedirán clemencia. Blindado es todo un suplicio cinematográfico.
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