Director: Scott Derrickson
Benedict Cumberbatch, Tilda Swinton, Chiwetel Ejiofor, Mads Mikkelsen, Rachel McAdams
La versión para cine de Doctor Strange el superhéroe hechicero creado en 1963 por Steve Ditko para Marvel Comics, significa otro triunfo para el universo interconectado de Disney y los estudios Marvel.
Gracias a unos talentosos actores que interpretan a sus personajes más allá del deber, a un guión lleno de humor y a unos efectos especiales alucinantes que recuerdan la psicodelia de los cómics de Jim Steranko, Doctor Strange representa lo mucho que se puede lograr dentro del buen cine de entretenimiento.
La historia acerca de un doctor arrogante que después de un accidente, decide buscar su cura física para después obtener su redención espiritual, logra respetar la estructura fija de las historias de superhéroes (héroe – villano- víctima), pero al mismo tiempo sorprender y alejarse de un tipo de películas que, gracias en gran parte a la ambición desmedida de los estudios Warner, estaba empezando a mostrar señales de agotamiento (como se evidencia en la desastrosa Suicide Squad).
Scott Derrickson, autor de las mediocres The Exorcism of Emily Rose y Sinister, logra aquí la mejor película de su carrera. Esta es una cinta con fuerza, pulso y emoción, que en momentos nos recuerda a Inception, la maravillosa cinta de Christopher Nolan, para luego ir más allá. Esto se hace evidente en una secuencia climática que sirve como homenaje a Demolición de un muro de los hermanos Lumière, el primer corto en la historia del cine en incluir un efecto especial.
Benedict Cumberbatch (a quien vimos hace poco en la magnífica puesta en escena de Hamlet para el National Theatre y el protagonista de esa estupenda serie para la televisión británica llamada Sherlock), se excede en carisma interpretando al Hechicero Supremo. Rachel McAdams deconstruye a la mujer en la vida del superhéroe, encarnando a la doctora Christine Palmer y la siempre excelente Tilda Swinton interprteta a un mentor tan extravagante como poderoso, en el papel de The Ancient One. Ni hablar de los ayudantes: Chiwetel Ejiofor (como Mordo) y Benedict Wong (como Wong) le dan peso y compañía al héroe. Y el villano Kaecilius (Mads Mikkelsen), continúa por la línea tomada por Disney de no dejar que los villanos se roben el show. Aquí el héroe es el centro, como debe ser.
Puede que Doctor Strange no llegue al paroxismo y a la perfección de su antecesora Captain America: Civil War, pero se acerca muchísimo. La presión ahora es mucha. ¿Podrán las próximas películas de Guardians of the Galaxy, Spider-Man, Thor y Black Panther, superar o equipararse a joyas del cine de superhéroes como esta? La apuesta es que sí. ¡Excelsior!
P.d. Quédese después de los créditos para dos interesantes epílogos.