La segunda película como director de Gael García Bernal, es un trabajo crudo, salvaje y descarnado, que nos muestra a dos adolescentes que recurren a una vida delictiva para tener un futuro mejor.
Director: Gael García Bernal
Benny Emmanuel, Gabriel Carbajal, Dolores Heredia, Daniel Giménez Cacho, Ricardo Abarca
Chicuarotes es un término que tiene dos significados (picante y necio) y que hace referencia a la identidad de las personas de estrato bajo que viven en el pueblo mexicano de San Gregorio Atlapulco. También es el título del segundo largometraje como director de Gael García Bernal, luego de su proyecto Déficit del 2008.
El actor que se dio a conocer hace veinte años con Amores perros y que desde entonces no ha dejado de entregar grandes interpretaciones en estupendas películas (Y tu mama también, El crimen del padre Amaro, La mala educación, Diarios de motocicleta, También la lluvia, No), vuelve a la dirección con un trabajo que bien podría pensarse como una versión actualizada de Los olvidados, el clásico del cine mexicano dirigido por Luis Buñuel en 1950, y que de una manera cruda y descarnada nos mostraba una juventud que perdió su inocencia debido a la pobreza y a ser producto de unas familias disfuncionales o inexistentes.
Los protagonistas de esta historia son dos adolescentes chicuarotes conocidos como Cagalera (Benny Emmanuel) y Moloteco (Gabriel Carbajal), quienes nos recuerdan al Bernal de juventud y a su amigo Diego Luna, con quien protagonizó Y tu mamá también y la maravillosa Rudo y cursi. Cagalera y Moloteco suelen disfrazarse como payasos para hacer rutinas cómicas y obtener algo de dinero en el transporte público. Pero, la verdad sea dicha, obtienen mucho más cuando Cagalera utiliza el arma de su padre Baturro (Enoc Leaño) para atracar y robar a los pasajeros.
El padre de Cagalera es un hombre alcohólico que desprecia y maltrata a su esposa Tonchi (Dolores Heredia) e ignora a sus tres hijos. Los hermanos de Cagalera son Guily (Esmeralda Ortiz), una chica que se queja de que un muchacho trató de abusar de ella, para después evidenciar que mantiene un romance con él; y Víctor (Pedro Joaquín), un joven que trata de ocultar de una manera infructuosa su orientación sexual, del entorno tóxico y machista que lo rodea.
Cagalera tiene una novia llamada Sugheili (Leidi Gutiérrez), que trabaja como asistente en una peluquería para ayudar a su padre con las deudas del hogar. Desesperado por abandonar su casa y buscar una vida mejor con Sugheili, los dos amigos se asocian con Planchado (Ricardo Abarca), el galán del pueblo, para robar una tienda de ropa interior femenina. Las cosas no salen bien y los tres son detenidos por dos mujeres policías, quienes obligan a Planchado a tener sexo con ellas a cambio de la libertad.
Sin embargo, Cagalera tiene una nueva idea para salir de la pobreza: secuestrar al hijo pequeño del carnicero del pueblo y cobrar rescate. El carnicero contrata a Chillamil, un peligroso asesino a sueldo (interpretado por Daniel Jiménez Gacho, protagonista de Zama), quien sospecha de Cagalera y Moloteco. Es a partir de aquí, donde la película deja su tono pseudo cómico, para tomar un giro oscuro que incluye una escena de intento de violación que hará que el espectador cuestione su empatía por el dúo protagonista.
Aunque es cierto que la película de García Bernal no tiene miedo en aproximarse a temas polémicos y fuertes, lo cierto es que Chicuarotes, al igual que la obra maestra de Buñuel, se muestra compasiva a la hora de retratar a unas personas que no tienen muchas oportunidades y esperanzas y que, en últimas, son la consecuencia de un entorno salvaje, hostil e injusto.
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